domingo, 14 de julio de 2019

EFECTOS DE LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA


Efectos de la contaminación atmosférica


La contaminación atmosférica se define como la presencia en la atmósfera de elementos contaminantes que alteran su composición y que afectan a cualquier componente del ecosistema. Desde un punto de vista antropocéntrico la contaminación atmosférica se refiere a los contaminantes que afectan la salud o el bienestar humanoSegún su origen los contaminantes se clasifican en antropogénicos, derivados de la actividad humana, o naturales, resultantes de procesos de la naturaleza, por ejemplo erupciones volcánicas o polen en suspensión.

Según su estado físico, la componen gases como los óxidos de azufre (SOx), de nitrógeno (NOx), el monóxido de carbono (CO), los hidrocarburos y el ozono (O3) o partículas como polvo y aerosoles. Se consideran primarios cuando están presentes tal como fueron emitidos y secundarios, cuando se forman a partir de los primarios por una reacción química como es el caso del ozono (O3) y de los ácidos sulfúrico (H2SO4) y nítrico (HNO3).
Según su tamaño, las partículas se depositan cerca o a cierta distancia de la fuente de emisión. Si son muy pequeñas pueden mantenerse suspendidas y ser transportadas a grandes distancias. Dentro de las partículas suspendidas se denomina "respirables" a las de un diámetro menor o igual a 10 µm (PM10) por su capacidad de penetrar el tracto respiratorio inferior (bronquios, bronquiolos y alveolos) sin ser retenidas en el tracto respiratorio superior (nasofaringe y tráquea)

En la medida que las partículas son más pequeñas  mayor es su capacidad de penetración en el árbol respiratorio. Las partículas muy pequeñas cuyo diámetro aerodinámico es ≤ 2,5 µm alcanzan fácilmente los bronquíolos terminales y los alvéolos, desde donde pueden ser fagocitadas por los macrófagos alveolares y atravesar la barrera alvéolo-capilar para ser transportadas hacia otros órganos por la circulación sanguínea.
Más recientemente se han descrito las partículas "ultrafinas" cuyo diámetro es aún menor (≤ 0,1 µm) y pueden pasar directamente desde los alvéolos al torrente circulatorio. Las partículas pueden contener compuestos orgánicos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos e/o inorgánicos como sales y metales.

En la siguiente tabla se puede observar los diferentes tipos de contaminantes y sus efectos sobre la salud o el ambiente


Efectos sobre la salud

La contaminación atmosférica afecta directamente a la salud de todos los seres vivos que habitamos en la tierra y de manera indirecta tiene efectos sobre nuestro planeta provocando fenómenos como el cambio climático, la lluvia ácida y la destrucción de la capa de ozono.  

Los efectos de los contaminantes sobre la salud se han estudiado a través de diversos modelos experimentales (exposición a contaminantes de células, tejidos, animales y voluntarios) y epidemiológicos (episodios de contaminación, comparación de poblaciones expuestas versus no expuestas, sanos versus enfermos y meta-análisis). Considerados separadamente, cada uno de estos tipos de estudios tiene fortalezas y debilidades. Por lo tanto, es el conjunto de resultados obtenidos aplicando estos diferentes diseños en el estudio de los contaminantes, lo que les confiere mayor valor a los efectos encontrados.

Efectos de los contaminantes sobre el sistema respiratorio

Los principales contaminantes de la atmósfera se han asociado a efectos específicos sobre el sistema respiratorio. Sin embargo, las personas están habitualmente expuestas a una mezcla de ellos, lo que puede potenciar los efectos atribuidos a cada uno. Es así como se ha descrito potenciación de efectos entre PM10 y SOx y entre SOx y O3 y más recientemente entre PM10 y ozono. 

En la siguiente tabla se puede observar los efectos a corto y a largo plazo de los diversos contaminantes en la atmósfera.



Los contaminantes atmosféricos también contribuyen en la disminución de la función pulmonar y al aumento de la reactividad bronquial, disminuir la tolerancia al ejercicio y a aumentar el riesgo de bronquitis obstructiva crónica, enfisema pulmonar, exacerbación del asma bronquial y cáncer pulmonar, entre otros efectos.
Hay resultados publicados en revistas internacionales donde se ha establecido que por cada 50 µg/m3 de elevación de los niveles de PM10 en 24 h se produce en promedio un aumento de alrededor del 3% de la mortalidad general. También estos estudios han detectado que el aumento de PM10 se asocia a aumento de la mortalidad respiratoria y cardiovascular.

Efectos de los contaminantes sobre otros órganos y sistemas.

Estos efectos son múltiples y pueden afectar a los diferentes órganos y sistemas con diversos grados de intensidad. En las últimas décadas se ha puesto énfasis en los efectos cardiovasculares. La morbimortalidad por enfermedades cardiovasculares aumenta con la contaminación atmosférica especialmente de PM10 y CO, especialmente por arterioesclerosis, arritmias e insuficiencia coronaria en adultos. 
Otro hecho relevante es la presencia de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), como componentes del material particulado. Estos compuestos se generan por la combustión incompleta de material orgánico (petróleo, gasolina, leña, carbón y biomasa en general). En la fracción orgánica del material particulado de ciudades con altos niveles de contaminación atmosférica se han identificado numerosas especies de HAPs; seis de ellos han sido catalogados como cancerígenos por la International Agency of Research on Cancer, siendo el benzo α-pireno el HAP más cancerígeno presente en el humo del cigarrillo y en el smog de ciudades con alta contaminación. Estos HAPs pueden reaccionar con NO2 generando nitroarenos que tienen gran actividad mutagénica.

Un estudio prospectivo de mortalidad sobre un total de 1,2 millones de estadounidenses seguidos durante 16 años (1982-98) comunicó que un aumento de PM2,5 en 10 μg/ m3 se asoció a aumento en el riesgo de mortalidad por cáncer pulmonar de aproximadamente 8%, de 4% de mortalidad global y de 6% de mortalidad cardiopulmonar.

En la siguiente tabla se puede observar el efecto de los contaminantes atmos féricos sobre otros órganos


 En resumen, la evidencia acumulada hasta ahora indica que los contaminantes atmosféricos son responsables de contribuir al aumento de la mortalidad general, de la mortalidad infantil, de la mortalidad de mayores de 65 años y de las hospitalizaciones por enfermedades respiratorias y cardíacas. Todos ellos son efectos indeseables para la salud de la población expuesta, de allí la importancia de lograr controlarla y eventualmente abatirla.

Efectos sobre la biósfera

Es en el medio natural donde se vieron los primeros indicios de los efectos dañinos de la contaminación atmosférica, las plantas y la vegetación actúan como indicador en este sentido. De los contaminantes perjudiciales para la fauna y flora tenemos:

·         Dióxido de azufre SO2
·         Ozono O3
·         Fluoruros (F)
·         Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP)
·         Cloruro de hidrógeno (HCL)
·         Cloro (CL2)
·         Óxidos de nitrógeno (NOX)

Efectos sobre los materiales

Los contaminantes pueden afectar a los materiales por deposición de partículas o abrasión y también mediante reacciones químicas entre el contaminante y el material.

Principales efectos de la contaminación atmosférica en función del alcance y del tiempo.

Smog:
Se conoce como smog a la contaminación de tipo niebla que se produce en algunas ciudades al darse la combinación de determinados factores, depende de las condiciones del clima y de determinados contaminantes.
Algunos de estos son:
·         Smog industrial
·         Smog fotoquímico
Este fenómeno (SMOG) sucede cuando la mezcla de óxidos de nitrógeno e hidrocarburos volátiles emitida por los automóviles y las industrias y el oxígeno atmosférico reaccionan con la radiación solar y forman el ozono.

Inversiones Térmicas.

Cuando se da la inversión térmica la capa de aire de mayor temperatura se sitúa sobre la capa de aire más fría impide su ascenso (ya que es más denso) y la concentración de contaminantes aumenta bajo esta capa.

Deposición Ácida.

Es un efecto de carácter regional. Resulta de la transformación de contaminantes atmosféricos como el dióxido de azufre (SO2) y los óxidos de nitrógeno (NOx) en contaminantes secundarios como el ácido sulfúrico (H2SO4), el nitrato de amonio (NH4NO3) y el ácido nítrico (HNO3). Por lo tanto, la contaminación atmosférica originada por los SOx y NOx afecta al agua, al suelo y a los ecosistemas.

Principales Efectos de la Contaminación Atmosférica: El Cambio Climático.

Los estudios más recientes indican que en los últimos años se está produciendo un aumento de la temperatura media de la Tierra de algunas décimas de grado. Pero es difícil decir de forma segura si este aumento es debido al aumento del efecto invernadero, debido a esa complejidad de los factores que afectan al clima o si es debida a causas naturales, es decir, si se trata de una variabilidad natural.
Lo que sí es significativo es que los diversos y complejos modelos empleados en el estudio de estas variables y estos cambios en el clima predicen una relación directa entre el aumento de temperatura del planeta y el aumento de estos gases.

Principales Efectos de la Contaminación Atmosférica: La Destrucción de la Capa de Ozono.

La emisión de determinadas sustancias a la atmosfera origina la disminución o destrucción de la capa de ozono. El ozono estratosférico tiene una importancia vital sobre los seres vivos, es indispensable para la vida en el planeta. Interviene en la absorción de radiación ultravioleta (UV). Hay tres tipos de radiación UV en función de su longitud de onda.
El ozono troposférico, en cambio, es dañino debido a su acción contaminante, ya que contribuye a potenciar el efecto invernadero. Los procesos de formación y destrucción de la capa de ozono se denominan ozonogénesis y ozonólisis

Efecto Invernadero.

El efecto invernadero se produce por el efecto de las radiaciones ultravioletas que llegan a la superficie del planeta, estas radiaciones son reemitidas a la atmosfera en forma de radiación infrarroja el vapor de agua y el CO2 existente en la atmosfera devuelven la radiación hacia la superficie en forma de calor provocando el calentamiento de la atmosfera.

Las consecuencias para el planeta serán las siguientes:

1.   Aumento de la temperatura media del planeta
2.  Incremento de las diferencias entre distintas zonas del planeta, aumentos de sequías en unas zonas e inundaciones en otras
3. Deshielo de los casquetes polares, produciendo subida de los niveles oceánicos
4.  Menor frecuencia de lluvias, pero estas serán de mayor intensidad, torrenciales
5.  Formación de mayor número de huracanes
6.  Aumento de olas de calor


Bibliografía



sábado, 13 de julio de 2019

Movimientos repetitivos. Prevención de lesiones musculoesqueléticas


Movimientos repetitivos. Prevención de lesiones musculoesqueléticas


Se entiende por  movimientos repetitivos  a un grupo de movimientos continuos mantenidos durante un trabajo que implica la acción conjunta de los músculos, los huesos, las articulaciones y los nervios de una parte del cuerpo y provoca en esta misma zona fatiga muscular, sobrecarga, dolor y, por último, lesión.

Es habitual que muchas personas ignoren la relación que existe entre las molestias que sufren y los esfuerzos repetidos que realizan reiteradamente durante un trabajo. Sin embargo, hay una clara asociación entre ciertos problemas musculoesqueléticos y las actividades que implican posturas forzadas, trabajo repetitivo y ritmo excesivo, manejo de cargas pesadas, uso de herramientas, etc. Estas formas de trabajo se reproducen en sectores laborales dispares: calzado, automóvil, alimentación, madera o servicios y en tareas específicas como las de teclear, pulir, limpiar, lijar, atornillar, montajes mecánicos e industriales, etc. Los problemas musculoesqueléticos que originan los movimientos repetidos afectan con más frecuencia a los miembros superiores, por lo que a continuación se tratarán las medidas preventivas específicas que se refieren a ellos. Las patologías más habituales son: el síndrome del túnel carpiano (compresión del nervio mediano en la muñeca que provoca dolor, hormigueo y adormecimiento de parte de la mano), la tendinitis y la tenosinovitis (inflamación de un tendón o de la vaina que lo recubre, que origina dolor y puede llegar a impedir el movimiento). Los factores de riesgo que hay que considerar en los movimientos repetidos son: el mantenimiento de posturas forzadas de muñeca o de hombros; la aplicación de una fuerza manual excesiva; ciclos de trabajo muy repetidos que dan lugar a movimientos rápidos de pequeños grupos musculares y tiempos de descanso insuficientes

En la siguiente figura se puede observar algunos aspectos del síndrome del túnel carpiano



Medidas preventivas

1. Tener en cuenta el diseño ergonómico del puesto de trabajo. Adaptar el mobiliario (mesa, sillas, tableros de montaje, etc.) y la distancia de alcance de los materiales (piezas, herramientas, objetos) a las características personales de cada individuo (estatura, edad, etc.), favoreciendo que se realice el trabajo con comodidad y sin necesidad de realizar sobresfuerzos.

2. Realizar las tareas evitando las posturas incómodas del cuerpo y de la mano y procurar mantener, en lo posible, la mano alineada con el antebrazo, la espalda recta y los hombros en posición de reposo.

3. Evitar los esfuerzos prolongados y la aplicación de una fuerza manual excesiva, sobre todo en movimientos de presa, flexo-extensión y rotación.

4. Utilizar herramientas manuales de diseño ergonómico que cuando se sujeten permitan que la muñeca permanezca recta con el antebrazo. Al manejar herramientas que requieran un esfuerzo manual continuo, como por ejemplo los alicates, es mejor distribuir la fuerza prefiriendo la actuación de varios dedos a uno solo y también favorecer el uso alternativo de las manos.

 5. Reducir la fuerza que se emplea en ciertas tareas (carpinterías, industrias cárnicas, textil, etc.), manteniendo afilados los útiles cortantes y aguantando los objetos con ganchos o abrazaderas.

 6. Emplear las herramientas adecuadas para cada tipo de trabajo y conservarlas en buenas condiciones y sin desperfectos, de modo que no tenga que emplearse un esfuerzo adicional o una mala postura para compensar el deficiente servicio de la herramienta.

7. Utilizar guantes de protección que se ajusten bien a las manos y que no disminuyan la sensibilidad de las mismas puesto que, de lo contrario, se tiende a aplicar una fuerza por encima de lo necesario.

8. Evitar las tareas repetitivas programando ciclos de trabajo superiores a 30 segundos. Se entenderá por ciclo “la sucesión de operaciones necesarias para ejecutar una tarea u obtener una unidad de producción”. Igualmente, hay que evitar que se repita el mismo movimiento durante más del 50 por ciento de la duración del ciclo de trabajo.


9. Efectuar reconocimientos médicos periódicos que faciliten la detección de posibles lesiones musculoesqueléticas y también ayuden a controlar factores extra laborales que puedan influir en ellas.

10. Establecer pausas periódicas que permitan recuperar las tensiones y descansar. Favorecer la alternancia o el cambio de tareas para conseguir que se utilicen diferentes grupos musculares y, al mismo tiempo, se disminuya la monotonía en el trabajo.

11. Informar a los trabajadores sobre los riesgos laborales que originan los movimientos repetidos y establecer programas de formación periódicos que permitan trabajar con mayor seguridad.




miércoles, 10 de julio de 2019

Estrés y confort térmico


Estrés y confort térmico
El cuerpo humano es una máquina térmica. Debe mantener una temperatura de 37ºC para que el metabolismo sea estable y no dependa de los cambios de temperatura del exterior. Para ello realiza una combustión de los materiales orgánicos que se consumen utilizando el oxígeno del aire. En la siguiente figura podemos observar la analogía entre la oxidación química y la oxidación biológica. 


En la oxidación química (combustión) los materiales orgánicos se oxidan por medio del oxígeno para producir dióxido de carbono, agua y energía en forma de calor. En el caso de la oxidación biológica (respiración) ocurre la misma reacción con la diferencia que una parte de la energía se almacena en forma de moléculas de alta energía (ATP) y otra parte se disipa en forma de calor. Por lo tanto la producción de calor está asociada al metabolismo, es decir al tipo de trabajo realizado.
Por otra parte el cuerpo intercambia calor con el medio a través de diferentes mecanismos. En la siguiente figura se puede observar los mecanismos de convección (a través de un fluido), radiación, conducción (contacto directo con el medio) y evaporación.

El confort térmico se define como la condición en la que el usuario siente satisfacción respecto al ambiente térmico en el que se encuentra.
El cuerpo funciona como un sistema de flujos de energía térmica. Se considera un estado de confort térmico cuando los flujos de ganancia y pérdida de calor son iguales. En la siguiente figura se ilustra este planteamiento. Cuando el flujo de ganancia térmica supera el flujo de pérdida o viceversa se tiene una condición de disconfort térmico por calor o por frío. Cuando este desbalance es pronunciado se tiene la condición de estrés térmico por calor o por frío. En los casos más extremos tenemos el golpe de calor o la hipotermia.    

La forma en que las personas  responden al ambiente térmico depende de la temperatura del aire, de las temperaturas de los cerramientos del local, de la velocidad del aire y de su humedad, además de depender del vestido y de la actividad que desarrollan.
Si se le permite, el usuario se adapta para sentirse confortable en un ambiente determinado, por ello es importante permitirle el control de su ambiente térmico. Los usuarios además desean unas condiciones estables en el edificio que habitan frecuentemente, por ello deben evitarse las fuertes oscilaciones de las condiciones interiores a lo largo del día o entre días sucesivos.
Muchos tenemos la idea intuitiva de que nuestro confort térmico depende fundamentalmente de la temperatura del aire que nos rodea, y nada más lejos de la realidad.
Podemos decir que nuestro cuerpo se encuentra en una situación de confort térmico cuando el ritmo al que generamos calor es el mismo que el ritmo al que lo perdemos para nuestra temperatura corporal normal. Esto implica que, en un balance global, tenemos que perder calor permanentemente para encontrarnos bien, pero a una tasa adecuada.

En ese sentido influyen varios factores:

Factores que influyen en el ritmo de generación de calor

Actividad física y mental. Nuestro cuerpo debe generar calor para mantener nuestra temperatura corporal, pero también es un "subproducto" de nuestra actividad física y mental. Para una situación de reposo, el cuerpo consume unas 70 Kcal / hora, frente a una situación de trabajo, donde se pueden consumir hasta 700 Kcal / h para un ejercicio físico intenso.

Metabolismo. Las personas tienen metabolismos particulares que definen sus propias tasas de disipación de calor.
Factores que influyen en la tasa de pérdida de calor

Aislamiento natural del individuo. El tejido adiposo y el vello, son permiten el aislamiento térmico y reducen las pérdidas de calor.

Ropa de abrigo. La ropa de abrigo mantiene una capa de aire entre la superficie de nuestro cuerpo y el tejido que nos aísla térmicamente. Aunque la ropa de abrigo provoca una sensación de calentamiento del organismo, en realidad lo único que hacen es reducir las pérdidas de calor pues, evidentemente, no consumen energía ninguna y, por tanto, no producen calor. Como no consumen, es el mecanismo más barato energéticamente hablando para regular la temperatura del cuerpo.

Temperatura del aire. Es el valor que se asocia a confort térmico, sin embargo no es el único parámetro determinante en el confort térmico.

Temperatura de radiación. Está relacionada con el calor que recibimos por radiación. Podemos estar confortables con una temperatura del aire muy baja si la temperatura de radiación es alta; por ejemplo, un día moderadamente frío de invierno, en el campo, puede ser agradable si estamos recibiendo el calor del sol de mediodía; o puede ser agradable una casa en la cual la temperatura del aire no es muy alta (15ºC), pero las paredes están calientes (22ºC). Esto es importante, porque suele ocurrir en las casas bioclimáticas, en donde la temperatura del aire suele ser menor que la temperatura de las paredes, suelos y techos, que pueden haber sido calentadas por el sol.

Movimiento del aire. El viento aumenta las pérdidas de calor del organismo, por dos causas: por infiltración, al internarse el aire en las ropas de abrigo y dispersar la capa de aire que nos aísla y por aumentar la evaporación del sudor, que es un mecanismo para eliminar calor.

Humedad del aire. La humedad incide en la capacidad de transpiración que tiene el organismo, mecanismo por el cual se elimina el calor. A mayor humedad, menor transpiración. Por eso es más llevadero un calor seco que un calor húmedo. Un valor cuantitativo importante es la humedad relativa, que es el porcentaje de humedad que tiene el aire respecto al máximo que admitiría.
La humedad relativa cambia con la temperatura por la sencilla razón de que la máxima humedad que admite el aire cambia con ella.
Para llegar a la sensación de confort, el balance global de pérdidas y ganancias de calor debe ser cero, conservando de esta forma nuestra temperatura normal, es decir cuando se alcanza el equilibrio térmico.
A continuación exponemos algunos intervalos de valor de los parámetros de confort externos que interactúan entre sí para la consecución del confort térmico.
  • Temperatura del aire ambiente: entre 18 y 26 ºC
  • Temperatura radiante media entre 18 y 26 ºC
  • Velocidad del aire: entre 0 y 2 m/s
  • Humedad relativa: entre el 40 y 65 %





domingo, 7 de julio de 2019

Riesgos asociados al trabajo en espacios confinados.


Riesgos asociados al trabajo en espacios confinados.


Definición de espacio confinado.

Un recinto confinado es cualquier espacio con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural desfavorable. En el mismo se pueden acumular contaminantes tóxicos o inflamables. Usualmente se presenta una atmósfera deficiente en oxígeno, por lo tanto no está concebido para una ocupación continuada por parte del trabajador. Los accidentes en estos espacios, en su mayoría mortales por falta de oxígeno, tienen lugar por no reconocer los riesgos presentes, ocurriendo un elevado porcentaje de  muertes por este motivo, durante el auxilio inmediato a las primeras víctimas. Los espacios confinados incluyen, entre otros, tanques desengrasadores, tanques de reacción, calentadores o calderas, ductos de ventilación y escape, alcantarillas, túneles, instalaciones subterráneas de servicios y tuberías.

Generación de biogases


La producción y acumulación de biogases es debida a la descomposición anaeróbica de la materia orgánica presente en los sedimentos o lodos acumulados, por lo tanto el concepto se restringe a los espacios confinados donde exista materia orgánica biodegradable, tal como se presenta en las alcantarillas y las instalaciones subterráneas de servicios y tuberías.

La degradación anaeróbica de la materia orgánica a través de procesos de hidrólisis, acidogénesis y metanogénesis de moléculas complejas conduce a la formación de moléculas simples como el metano y el dióxido de carbono. En las siguientes figuras se puede observar en forma esquemática estos procesos.





También se produce la transformación anaeróbica de elementos como el azufre y el nitrógeno, Bajo condiciones deficientes de oxígeno predominan las especies reducidas del azufre como los sulfuros, disulfuros y el peligroso sulfuro de hidrógeno (H2S) En el caso del nitrógeno predominan las especies reducidas como el amoníaco.

En la siguiente imagen se puede observar la formación del sulfuro de hidrógeno y el amoníaco.




¿Cuáles son los riesgos más comunes que se producen en la realización de trabajos en espacios confinados?

·  Asfixia por deficiencia de oxígeno: Es el primer peligro en los espacios confinados y la causa de la mayoría de las muertes; ya que, aunque los trabajadores estén en un pozo sin ninguna fuga tóxica, al desarrollar su trabajo y expulsar CO2 al respirar y no tener ventilación, va descendiendo el nivel de oxígeno hasta niveles mortales.
· Atmósferas explosivas: los gases inflamables o vapores pueden estar presentes en determinadas formas, como recubrimientos de tanques o gases de soldaduras en la que estos gases pueden incendiarse por equipo eléctrico defectuoso, electricidad estática, chispas de soldadura o cigarrillos.
·   Intoxicación por inhalación: es uno de los riesgos más peligrosos ya que tiene múltiples fuentes de origen y en muchos de los casos son difícilmente detectables, si no es por medio de instrumentos de medición.
·  Caída en altura: tipología de accidente frecuente en espacios confinados, siendo muchos los factores que intervienen, como la falta de planificación, inadecuado acceso al espacio confinado, falta de medidas y equipos de seguridad colectivos e individuales, etc.
·  Aprisionamiento o sepultamiento: son riesgos que originan accidentes mortales, siendo la mayoría de estos evitables si disponemos de las medidas de protección colectiva y recursos preventivos necesarios.

 ¿Cuáles son las causas más probables de accidentes en espacios confinados?

Ingresar al recinto confinado o tratar de rescatar a personas que se encuentren en peligro sin tomar las medidas adecuadas de seguridad.
Desconocimiento de los riesgos por parte de los trabajadores, en la mayoría de los casos es por falta de capacitación y entrenamiento
Deficiente información sobre el estado de las instalaciones y las condiciones de seguridad que deben adoptarse en todas las operaciones que han de realizarse.
No efectuar mediciones ambientales de la concentración de oxígeno, ni de la presencia de agentes contaminantes antes del entrar.
No disponer de procedimientos seguros de trabajo.

¿Cómo protegernos en la realización de trabajos en espacios confinados, y Qué medidas preventivas debemos adoptar?

Al hablar de espacios confinados, ya sean abiertos o cerrados, hemos de tener en cuenta que para todos ellos se han de adaptar unas determinadas medidas preventivas, antes y durante la ejecución de las tareas a realizar en el interior de los mismos.

A continuación, se exponen las medidas frente a los riesgos específicos debe efectuarse tras una minuciosa identificación y evaluación de todos y cada uno de los riesgos existentes:

    Autorización de entrada al recinto: la autorización de entrada al recinto firmada por los responsables de producción y mantenimiento, y que debe ser válida sólo para una jornada de trabajo, debe complementarse con normativas sobre procedimientos de trabajo en la que se regulen las actuaciones concretas a seguir por el personal durante su actuación en el interior del espacio.

   Medición y evaluación de la atmósfera interior: el control de los riesgos específicos para atmósferas peligrosas, requiere de mediciones ambientales con el empleo de instrumental adecuado. Las mediciones deben efectuarse previamente a la realización de los trabajos y de forma continuada, mientras se realicen estos, que sea susceptible de producirse variaciones de la atmósfera interior.

  Aislamiento del espacio confinado frente a riesgos diversos: mientras se realizan trabajos en el interior de espacios confinados, se debe asegurar que estos van a estar totalmente aislados y bloqueados frente a suministros energéticos y aporte de sustancias contaminantes por pérdidas o fugas.

   Señalizar con información clara y permanente que se están realizando trabajos en el interior de espacios confinados, y los correspondientes elementos de bloqueo que no deben ser manipulados.

  Limpieza y ventilación: la ventilación es una de las medidas preventivas fundamentales para asegurar la inocuidad de la atmósfera interior, previa a la realización de los trabajos o durante los trabajos, por requerir una renovación continuada del ambiente. En ningún caso el oxígeno será utilizado para ventilar un espacio confinado a
   Vigilancia externa continua: la presencia de recursos preventivos con control desde el exterior debe ser continua, durante todo el tiempo de trabajo, con medición constante de la atmósfera interior.
   Mantener una comunicación constante con los trabajadores que se encuentran dentro del espacio confinado, ya sea visualmente, por radio o por teléfono de campo. De surgir una situación en la que se requiera la entrada de emergencia, el vigilante no debería entrar hasta después de que haya llegado ayuda adicional.
   Formación del personal: es fundamental formar a los trabajadores para que sean capaces de identificar lo que es un recinto confinado, la gravedad de los riesgos existentes y los equipos de seguridad colectivos e individuales necesarios en cada situación. Es esencial realizar prácticas y simulaciones periódicas de situaciones de emergencia y rescate.





sábado, 6 de julio de 2019

Monóxido de carbono


Monóxido de carbono

 El monóxido de carbono, cuya fórmula química es CO, es un gas inodoro, incoloro, inflamable y altamente tóxico. Puede causar la muerte cuando se respira en niveles elevados. Se produce cuando se queman materiales combustibles como gas, gasolina, keroseno, carbón, petróleo, tabaco o madera en ambientes de poco oxígeno. Las chimeneas, las calderas, los calentadores de agua y los aparatos domésticos que queman combustible, como las estufas, también pueden producirlo si no están funcionando correctamente. Los vehículos estacionados con el motor encendido también lo despiden. . Es el producto de la combustión incompleta en condiciones de deficiencia de oxígeno. Si el oxígeno es suficiente, la combustión produce dióxido de carbono (CO2) de combustibles sólidos, líquidos y gaseosos. Los artefactos domésticos alimentados con gas, petróleo, kerosén, carbón o leña pueden producir CO. Si tales artefactos no están debidamente instalados y mantenidos y no son correctamente utilizados, se puede acumular CO, y este puede llegar a niveles peligrosos, e incluso letales, en automóviles, casas o zonas con ventilación deficiente.
En la siguiente imagen se puede observar la molécula de la hemoglobina constituida por un anillo pirrólico con un átomo de hierro unido por enlaces de coordinación y una molécula de proteína llamada globina. La hemoglobina permite el transporte de oxígeno formado oxihemoglobina.
El monóxido de carbono disminuye la cantidad de oxígeno disponible para las células, lo cual dificulta la función celular. Esto se debe a que reacciona con la hemoglobina presente en la sangre formando carboxihemoglobina.
En las siguientes imágenes se puede observar como el monóxido de carbono desplaza a la molécula de oxígeno en la molécula de hemoglobina formado carboxihemoglobina.


La exposición de las personas a concentraciones importantes de monóxido de carbono en el aire, puede suponer problemas importantes para la salud. El CO se combina rápidamente con la hemoglobina de la sangre, contenida en los glóbulos rojos o eritrocitos, produciendo carboxihemoglobina la cual reduce, a veces a niveles fatales, la capacidad de transporte de oxígeno de los pulmones a las células del organismo.

Efectos en la salud
Los siguientes efectos agudos (a corto plazo) sobre la salud pueden producirse inmediatamente o poco tiempo después de la exposición al monóxido de carbono:
·         Respirar monóxido de carbono puede causar dolor de cabeza, mareo, sensación de desvanecimiento y cansancio.
·         A niveles más altos la exposición al monóxido de carbono puede causar somnolencia, alucinaciones, convulsiones y pérdida de conocimiento.
·         El monóxido de carbono puede causar cambios en la memoria y en la personalidad, confusión mental y pérdida de visión.
·         La exposición extremadamente alta al monóxido de carbono puede causar la formación de carboxihemoglobina, que reduce la capacidad de la sangre para transportar oxígeno y puede causar un color rojo brillante en la piel y las membranas mucosas, dificultad respiratoria, colapso, convulsiones, coma y la muerte.

El envenenamiento por monóxido de carbono causa multitud de efectos debido a la inhibición de la oxidación celular, produciendo hipoxia en el tejido y envenenamiento celular. Los síntomas clínicos de un envenenamiento leve no son específicos y pueden imitar a los de una enfermedad viral no específica, con vómitos, dolor de cabeza, malestar, debilidad, fatiga y falta de respiración.
Los principales indicios del envenenamiento por monóxido de carbono se desarrollan en los sistemas de órganos más dependientes en el uso de oxigeno: el sistema nervioso central y en el miocardio.

Toxicidad leve
Pequeñas exposiciones podrían producir un intenso dolor de cabeza en el lóbulo temporal o frontal, fatiga, disnea y mareo. Después de la exposición los pacientes que sufren enfermedades cardiovasculares o cerebrovasculares pueden sufrir un empeoramiento, por ejemplo isquemia o infarto de miocardio, o derrame cerebral.

Toxicidad moderada
Exposiciones moderadas pueden producir fuertes dolores de cabeza, debilidad, mareos, nauseas, vómitos, síncope, taquicardia y taquipnea seguidos por bradicardia y bradipnea, sofocos, cianosis, sudoración, disminución de la atención, disminución de la destreza manual, reducción en el desempeño de tareas sensitivomotoras, aumento del tiempo de reacción, dificultad al pensar, reducción del juicio, vista borrosa o oscurecida, ataxia, pérdida del control muscular, silbidos o fuertes zumbidos en el oído, somnolencia, alucinaciones y toxicidad cardiovascular.

Toxicidad grave
Exposiciones graves pueden producir sincope, ataques, confusión, desorientación, convulsiones, evacuación involuntaria, ampollas, toxicidad cardiovascular, disrítmias ventriculares, depresión cardiorrespiratoria, edema pulmonar, fallo respiratorio, estupor, perdida del conocimiento, coma, colapso y muerte.

Los efectos a corto-medio plazo que pueden producirse son los siguientes:
·         Los efectos neuropsiquiátricos pueden aparecer varios días después de la exposición. Estos incluyen estado vegetativo, estado en que la persona permanece muda y sin movimiento, parkinsonismo, apraxia, agnosia, problemas en la vista, estado amnésico, depresión, demencia, psicosis, parálisis, movimientos espasmódicos de cara, brazos y piernas, ceguera cortical, neuropatía periférica e incontinencia.
·         Pueden producirse también cambios de personalidad, con incremento de la irritabilidad, agresión verbal, violencia, impulsividad y mal humor.

Los siguientes efectos crónicos (a largo plazo) sobre la salud pueden producirse algún tiempo después de la exposición al monóxido de carbono y pueden durar meses o años:
·         El monóxido de carbono puede afectar al corazón y causar daño al sistema nervioso.
·         Riesgo durante el embarazo de efectos adversos para el feto.

Fumar aumenta su exposición al monóxido de carbono, ya que puede causar enfermedades cardíacas, así como cáncer de pulmón, enfisema y otros problemas respiratorios, puede agravar las afecciones respiratorias causadas por la exposición química. Aunque lleve mucho tiempo fumando, si deja de fumar hoy su riesgo de sufrir problemas de salud será reducido.
La exposición diaria a 34,4 mg/m3 (30 ppm) de monóxido de carbono es equivalente a fumar 20 cigarrillos al día.
En aparcamientos subterráneos y de varios pisos, en túneles de carretera y otros varios microambientes de interior, en los cuales los motores de combustión son usados en condiciones de la ventilación insuficiente, los niveles medios del monóxido de carbono pueden elevarse por encima de 115 mg/m3 (100 ppm) durante varias horas, con valores pico que pueden ser mucho más altos.
En casas con aplicaciones de gas, se han medido concentraciones de monóxido de carbono máximas de hasta 60-115 mg/m3 (52-100 ppm). El humo de tabaco ambiental en viviendas, oficinas, vehículos y restaurantes puede levantar la concentración de monóxido de carbono media de 8 horas a 23-46 mg/m3 (20-40 ppm).
Para proteger grupos de no fumadores, personas ancianas y de mediana con enfermedad de las arterias coronarias, documentada o latente, de ataques cardíacos isquémicos agudos, y proteger los fetos de mujeres embarazadas no fumadoras de efectos hipóxicos perjudiciales, no debería excederse un nivel de carboxihemoglobina del 2,5 %.
Las siguientes directrices han sido determinadas de tal modo que no se exceda el nivel carboxihemoglobina del 2.5 %, aun cuando un sujeto normal realice ejercicio ligero o moderado:
·         100 mg/m3 (≈ 90 ppm) durante 15 minutos
·         60 mg/m3 (≈ 50 ppm) durante 30 minutos
·         30 mg/m3 (≈ 25 ppm) durante 1 hora
·         10 mg/m3 (≈ 10 ppm) durante 8 horas

En el siguiente cuadro se puede observar los efectos del monóxido de carbono sobre la salud.



Bibliografía