miércoles, 10 de julio de 2019

Estrés y confort térmico


Estrés y confort térmico
El cuerpo humano es una máquina térmica. Debe mantener una temperatura de 37ºC para que el metabolismo sea estable y no dependa de los cambios de temperatura del exterior. Para ello realiza una combustión de los materiales orgánicos que se consumen utilizando el oxígeno del aire. En la siguiente figura podemos observar la analogía entre la oxidación química y la oxidación biológica. 


En la oxidación química (combustión) los materiales orgánicos se oxidan por medio del oxígeno para producir dióxido de carbono, agua y energía en forma de calor. En el caso de la oxidación biológica (respiración) ocurre la misma reacción con la diferencia que una parte de la energía se almacena en forma de moléculas de alta energía (ATP) y otra parte se disipa en forma de calor. Por lo tanto la producción de calor está asociada al metabolismo, es decir al tipo de trabajo realizado.
Por otra parte el cuerpo intercambia calor con el medio a través de diferentes mecanismos. En la siguiente figura se puede observar los mecanismos de convección (a través de un fluido), radiación, conducción (contacto directo con el medio) y evaporación.

El confort térmico se define como la condición en la que el usuario siente satisfacción respecto al ambiente térmico en el que se encuentra.
El cuerpo funciona como un sistema de flujos de energía térmica. Se considera un estado de confort térmico cuando los flujos de ganancia y pérdida de calor son iguales. En la siguiente figura se ilustra este planteamiento. Cuando el flujo de ganancia térmica supera el flujo de pérdida o viceversa se tiene una condición de disconfort térmico por calor o por frío. Cuando este desbalance es pronunciado se tiene la condición de estrés térmico por calor o por frío. En los casos más extremos tenemos el golpe de calor o la hipotermia.    

La forma en que las personas  responden al ambiente térmico depende de la temperatura del aire, de las temperaturas de los cerramientos del local, de la velocidad del aire y de su humedad, además de depender del vestido y de la actividad que desarrollan.
Si se le permite, el usuario se adapta para sentirse confortable en un ambiente determinado, por ello es importante permitirle el control de su ambiente térmico. Los usuarios además desean unas condiciones estables en el edificio que habitan frecuentemente, por ello deben evitarse las fuertes oscilaciones de las condiciones interiores a lo largo del día o entre días sucesivos.
Muchos tenemos la idea intuitiva de que nuestro confort térmico depende fundamentalmente de la temperatura del aire que nos rodea, y nada más lejos de la realidad.
Podemos decir que nuestro cuerpo se encuentra en una situación de confort térmico cuando el ritmo al que generamos calor es el mismo que el ritmo al que lo perdemos para nuestra temperatura corporal normal. Esto implica que, en un balance global, tenemos que perder calor permanentemente para encontrarnos bien, pero a una tasa adecuada.

En ese sentido influyen varios factores:

Factores que influyen en el ritmo de generación de calor

Actividad física y mental. Nuestro cuerpo debe generar calor para mantener nuestra temperatura corporal, pero también es un "subproducto" de nuestra actividad física y mental. Para una situación de reposo, el cuerpo consume unas 70 Kcal / hora, frente a una situación de trabajo, donde se pueden consumir hasta 700 Kcal / h para un ejercicio físico intenso.

Metabolismo. Las personas tienen metabolismos particulares que definen sus propias tasas de disipación de calor.
Factores que influyen en la tasa de pérdida de calor

Aislamiento natural del individuo. El tejido adiposo y el vello, son permiten el aislamiento térmico y reducen las pérdidas de calor.

Ropa de abrigo. La ropa de abrigo mantiene una capa de aire entre la superficie de nuestro cuerpo y el tejido que nos aísla térmicamente. Aunque la ropa de abrigo provoca una sensación de calentamiento del organismo, en realidad lo único que hacen es reducir las pérdidas de calor pues, evidentemente, no consumen energía ninguna y, por tanto, no producen calor. Como no consumen, es el mecanismo más barato energéticamente hablando para regular la temperatura del cuerpo.

Temperatura del aire. Es el valor que se asocia a confort térmico, sin embargo no es el único parámetro determinante en el confort térmico.

Temperatura de radiación. Está relacionada con el calor que recibimos por radiación. Podemos estar confortables con una temperatura del aire muy baja si la temperatura de radiación es alta; por ejemplo, un día moderadamente frío de invierno, en el campo, puede ser agradable si estamos recibiendo el calor del sol de mediodía; o puede ser agradable una casa en la cual la temperatura del aire no es muy alta (15ºC), pero las paredes están calientes (22ºC). Esto es importante, porque suele ocurrir en las casas bioclimáticas, en donde la temperatura del aire suele ser menor que la temperatura de las paredes, suelos y techos, que pueden haber sido calentadas por el sol.

Movimiento del aire. El viento aumenta las pérdidas de calor del organismo, por dos causas: por infiltración, al internarse el aire en las ropas de abrigo y dispersar la capa de aire que nos aísla y por aumentar la evaporación del sudor, que es un mecanismo para eliminar calor.

Humedad del aire. La humedad incide en la capacidad de transpiración que tiene el organismo, mecanismo por el cual se elimina el calor. A mayor humedad, menor transpiración. Por eso es más llevadero un calor seco que un calor húmedo. Un valor cuantitativo importante es la humedad relativa, que es el porcentaje de humedad que tiene el aire respecto al máximo que admitiría.
La humedad relativa cambia con la temperatura por la sencilla razón de que la máxima humedad que admite el aire cambia con ella.
Para llegar a la sensación de confort, el balance global de pérdidas y ganancias de calor debe ser cero, conservando de esta forma nuestra temperatura normal, es decir cuando se alcanza el equilibrio térmico.
A continuación exponemos algunos intervalos de valor de los parámetros de confort externos que interactúan entre sí para la consecución del confort térmico.
  • Temperatura del aire ambiente: entre 18 y 26 ºC
  • Temperatura radiante media entre 18 y 26 ºC
  • Velocidad del aire: entre 0 y 2 m/s
  • Humedad relativa: entre el 40 y 65 %





domingo, 7 de julio de 2019

Riesgos asociados al trabajo en espacios confinados.


Riesgos asociados al trabajo en espacios confinados.


Definición de espacio confinado.

Un recinto confinado es cualquier espacio con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural desfavorable. En el mismo se pueden acumular contaminantes tóxicos o inflamables. Usualmente se presenta una atmósfera deficiente en oxígeno, por lo tanto no está concebido para una ocupación continuada por parte del trabajador. Los accidentes en estos espacios, en su mayoría mortales por falta de oxígeno, tienen lugar por no reconocer los riesgos presentes, ocurriendo un elevado porcentaje de  muertes por este motivo, durante el auxilio inmediato a las primeras víctimas. Los espacios confinados incluyen, entre otros, tanques desengrasadores, tanques de reacción, calentadores o calderas, ductos de ventilación y escape, alcantarillas, túneles, instalaciones subterráneas de servicios y tuberías.

Generación de biogases


La producción y acumulación de biogases es debida a la descomposición anaeróbica de la materia orgánica presente en los sedimentos o lodos acumulados, por lo tanto el concepto se restringe a los espacios confinados donde exista materia orgánica biodegradable, tal como se presenta en las alcantarillas y las instalaciones subterráneas de servicios y tuberías.

La degradación anaeróbica de la materia orgánica a través de procesos de hidrólisis, acidogénesis y metanogénesis de moléculas complejas conduce a la formación de moléculas simples como el metano y el dióxido de carbono. En las siguientes figuras se puede observar en forma esquemática estos procesos.





También se produce la transformación anaeróbica de elementos como el azufre y el nitrógeno, Bajo condiciones deficientes de oxígeno predominan las especies reducidas del azufre como los sulfuros, disulfuros y el peligroso sulfuro de hidrógeno (H2S) En el caso del nitrógeno predominan las especies reducidas como el amoníaco.

En la siguiente imagen se puede observar la formación del sulfuro de hidrógeno y el amoníaco.




¿Cuáles son los riesgos más comunes que se producen en la realización de trabajos en espacios confinados?

·  Asfixia por deficiencia de oxígeno: Es el primer peligro en los espacios confinados y la causa de la mayoría de las muertes; ya que, aunque los trabajadores estén en un pozo sin ninguna fuga tóxica, al desarrollar su trabajo y expulsar CO2 al respirar y no tener ventilación, va descendiendo el nivel de oxígeno hasta niveles mortales.
· Atmósferas explosivas: los gases inflamables o vapores pueden estar presentes en determinadas formas, como recubrimientos de tanques o gases de soldaduras en la que estos gases pueden incendiarse por equipo eléctrico defectuoso, electricidad estática, chispas de soldadura o cigarrillos.
·   Intoxicación por inhalación: es uno de los riesgos más peligrosos ya que tiene múltiples fuentes de origen y en muchos de los casos son difícilmente detectables, si no es por medio de instrumentos de medición.
·  Caída en altura: tipología de accidente frecuente en espacios confinados, siendo muchos los factores que intervienen, como la falta de planificación, inadecuado acceso al espacio confinado, falta de medidas y equipos de seguridad colectivos e individuales, etc.
·  Aprisionamiento o sepultamiento: son riesgos que originan accidentes mortales, siendo la mayoría de estos evitables si disponemos de las medidas de protección colectiva y recursos preventivos necesarios.

 ¿Cuáles son las causas más probables de accidentes en espacios confinados?

Ingresar al recinto confinado o tratar de rescatar a personas que se encuentren en peligro sin tomar las medidas adecuadas de seguridad.
Desconocimiento de los riesgos por parte de los trabajadores, en la mayoría de los casos es por falta de capacitación y entrenamiento
Deficiente información sobre el estado de las instalaciones y las condiciones de seguridad que deben adoptarse en todas las operaciones que han de realizarse.
No efectuar mediciones ambientales de la concentración de oxígeno, ni de la presencia de agentes contaminantes antes del entrar.
No disponer de procedimientos seguros de trabajo.

¿Cómo protegernos en la realización de trabajos en espacios confinados, y Qué medidas preventivas debemos adoptar?

Al hablar de espacios confinados, ya sean abiertos o cerrados, hemos de tener en cuenta que para todos ellos se han de adaptar unas determinadas medidas preventivas, antes y durante la ejecución de las tareas a realizar en el interior de los mismos.

A continuación, se exponen las medidas frente a los riesgos específicos debe efectuarse tras una minuciosa identificación y evaluación de todos y cada uno de los riesgos existentes:

    Autorización de entrada al recinto: la autorización de entrada al recinto firmada por los responsables de producción y mantenimiento, y que debe ser válida sólo para una jornada de trabajo, debe complementarse con normativas sobre procedimientos de trabajo en la que se regulen las actuaciones concretas a seguir por el personal durante su actuación en el interior del espacio.

   Medición y evaluación de la atmósfera interior: el control de los riesgos específicos para atmósferas peligrosas, requiere de mediciones ambientales con el empleo de instrumental adecuado. Las mediciones deben efectuarse previamente a la realización de los trabajos y de forma continuada, mientras se realicen estos, que sea susceptible de producirse variaciones de la atmósfera interior.

  Aislamiento del espacio confinado frente a riesgos diversos: mientras se realizan trabajos en el interior de espacios confinados, se debe asegurar que estos van a estar totalmente aislados y bloqueados frente a suministros energéticos y aporte de sustancias contaminantes por pérdidas o fugas.

   Señalizar con información clara y permanente que se están realizando trabajos en el interior de espacios confinados, y los correspondientes elementos de bloqueo que no deben ser manipulados.

  Limpieza y ventilación: la ventilación es una de las medidas preventivas fundamentales para asegurar la inocuidad de la atmósfera interior, previa a la realización de los trabajos o durante los trabajos, por requerir una renovación continuada del ambiente. En ningún caso el oxígeno será utilizado para ventilar un espacio confinado a
   Vigilancia externa continua: la presencia de recursos preventivos con control desde el exterior debe ser continua, durante todo el tiempo de trabajo, con medición constante de la atmósfera interior.
   Mantener una comunicación constante con los trabajadores que se encuentran dentro del espacio confinado, ya sea visualmente, por radio o por teléfono de campo. De surgir una situación en la que se requiera la entrada de emergencia, el vigilante no debería entrar hasta después de que haya llegado ayuda adicional.
   Formación del personal: es fundamental formar a los trabajadores para que sean capaces de identificar lo que es un recinto confinado, la gravedad de los riesgos existentes y los equipos de seguridad colectivos e individuales necesarios en cada situación. Es esencial realizar prácticas y simulaciones periódicas de situaciones de emergencia y rescate.





sábado, 6 de julio de 2019

Monóxido de carbono


Monóxido de carbono

 El monóxido de carbono, cuya fórmula química es CO, es un gas inodoro, incoloro, inflamable y altamente tóxico. Puede causar la muerte cuando se respira en niveles elevados. Se produce cuando se queman materiales combustibles como gas, gasolina, keroseno, carbón, petróleo, tabaco o madera en ambientes de poco oxígeno. Las chimeneas, las calderas, los calentadores de agua y los aparatos domésticos que queman combustible, como las estufas, también pueden producirlo si no están funcionando correctamente. Los vehículos estacionados con el motor encendido también lo despiden. . Es el producto de la combustión incompleta en condiciones de deficiencia de oxígeno. Si el oxígeno es suficiente, la combustión produce dióxido de carbono (CO2) de combustibles sólidos, líquidos y gaseosos. Los artefactos domésticos alimentados con gas, petróleo, kerosén, carbón o leña pueden producir CO. Si tales artefactos no están debidamente instalados y mantenidos y no son correctamente utilizados, se puede acumular CO, y este puede llegar a niveles peligrosos, e incluso letales, en automóviles, casas o zonas con ventilación deficiente.
En la siguiente imagen se puede observar la molécula de la hemoglobina constituida por un anillo pirrólico con un átomo de hierro unido por enlaces de coordinación y una molécula de proteína llamada globina. La hemoglobina permite el transporte de oxígeno formado oxihemoglobina.
El monóxido de carbono disminuye la cantidad de oxígeno disponible para las células, lo cual dificulta la función celular. Esto se debe a que reacciona con la hemoglobina presente en la sangre formando carboxihemoglobina.
En las siguientes imágenes se puede observar como el monóxido de carbono desplaza a la molécula de oxígeno en la molécula de hemoglobina formado carboxihemoglobina.


La exposición de las personas a concentraciones importantes de monóxido de carbono en el aire, puede suponer problemas importantes para la salud. El CO se combina rápidamente con la hemoglobina de la sangre, contenida en los glóbulos rojos o eritrocitos, produciendo carboxihemoglobina la cual reduce, a veces a niveles fatales, la capacidad de transporte de oxígeno de los pulmones a las células del organismo.

Efectos en la salud
Los siguientes efectos agudos (a corto plazo) sobre la salud pueden producirse inmediatamente o poco tiempo después de la exposición al monóxido de carbono:
·         Respirar monóxido de carbono puede causar dolor de cabeza, mareo, sensación de desvanecimiento y cansancio.
·         A niveles más altos la exposición al monóxido de carbono puede causar somnolencia, alucinaciones, convulsiones y pérdida de conocimiento.
·         El monóxido de carbono puede causar cambios en la memoria y en la personalidad, confusión mental y pérdida de visión.
·         La exposición extremadamente alta al monóxido de carbono puede causar la formación de carboxihemoglobina, que reduce la capacidad de la sangre para transportar oxígeno y puede causar un color rojo brillante en la piel y las membranas mucosas, dificultad respiratoria, colapso, convulsiones, coma y la muerte.

El envenenamiento por monóxido de carbono causa multitud de efectos debido a la inhibición de la oxidación celular, produciendo hipoxia en el tejido y envenenamiento celular. Los síntomas clínicos de un envenenamiento leve no son específicos y pueden imitar a los de una enfermedad viral no específica, con vómitos, dolor de cabeza, malestar, debilidad, fatiga y falta de respiración.
Los principales indicios del envenenamiento por monóxido de carbono se desarrollan en los sistemas de órganos más dependientes en el uso de oxigeno: el sistema nervioso central y en el miocardio.

Toxicidad leve
Pequeñas exposiciones podrían producir un intenso dolor de cabeza en el lóbulo temporal o frontal, fatiga, disnea y mareo. Después de la exposición los pacientes que sufren enfermedades cardiovasculares o cerebrovasculares pueden sufrir un empeoramiento, por ejemplo isquemia o infarto de miocardio, o derrame cerebral.

Toxicidad moderada
Exposiciones moderadas pueden producir fuertes dolores de cabeza, debilidad, mareos, nauseas, vómitos, síncope, taquicardia y taquipnea seguidos por bradicardia y bradipnea, sofocos, cianosis, sudoración, disminución de la atención, disminución de la destreza manual, reducción en el desempeño de tareas sensitivomotoras, aumento del tiempo de reacción, dificultad al pensar, reducción del juicio, vista borrosa o oscurecida, ataxia, pérdida del control muscular, silbidos o fuertes zumbidos en el oído, somnolencia, alucinaciones y toxicidad cardiovascular.

Toxicidad grave
Exposiciones graves pueden producir sincope, ataques, confusión, desorientación, convulsiones, evacuación involuntaria, ampollas, toxicidad cardiovascular, disrítmias ventriculares, depresión cardiorrespiratoria, edema pulmonar, fallo respiratorio, estupor, perdida del conocimiento, coma, colapso y muerte.

Los efectos a corto-medio plazo que pueden producirse son los siguientes:
·         Los efectos neuropsiquiátricos pueden aparecer varios días después de la exposición. Estos incluyen estado vegetativo, estado en que la persona permanece muda y sin movimiento, parkinsonismo, apraxia, agnosia, problemas en la vista, estado amnésico, depresión, demencia, psicosis, parálisis, movimientos espasmódicos de cara, brazos y piernas, ceguera cortical, neuropatía periférica e incontinencia.
·         Pueden producirse también cambios de personalidad, con incremento de la irritabilidad, agresión verbal, violencia, impulsividad y mal humor.

Los siguientes efectos crónicos (a largo plazo) sobre la salud pueden producirse algún tiempo después de la exposición al monóxido de carbono y pueden durar meses o años:
·         El monóxido de carbono puede afectar al corazón y causar daño al sistema nervioso.
·         Riesgo durante el embarazo de efectos adversos para el feto.

Fumar aumenta su exposición al monóxido de carbono, ya que puede causar enfermedades cardíacas, así como cáncer de pulmón, enfisema y otros problemas respiratorios, puede agravar las afecciones respiratorias causadas por la exposición química. Aunque lleve mucho tiempo fumando, si deja de fumar hoy su riesgo de sufrir problemas de salud será reducido.
La exposición diaria a 34,4 mg/m3 (30 ppm) de monóxido de carbono es equivalente a fumar 20 cigarrillos al día.
En aparcamientos subterráneos y de varios pisos, en túneles de carretera y otros varios microambientes de interior, en los cuales los motores de combustión son usados en condiciones de la ventilación insuficiente, los niveles medios del monóxido de carbono pueden elevarse por encima de 115 mg/m3 (100 ppm) durante varias horas, con valores pico que pueden ser mucho más altos.
En casas con aplicaciones de gas, se han medido concentraciones de monóxido de carbono máximas de hasta 60-115 mg/m3 (52-100 ppm). El humo de tabaco ambiental en viviendas, oficinas, vehículos y restaurantes puede levantar la concentración de monóxido de carbono media de 8 horas a 23-46 mg/m3 (20-40 ppm).
Para proteger grupos de no fumadores, personas ancianas y de mediana con enfermedad de las arterias coronarias, documentada o latente, de ataques cardíacos isquémicos agudos, y proteger los fetos de mujeres embarazadas no fumadoras de efectos hipóxicos perjudiciales, no debería excederse un nivel de carboxihemoglobina del 2,5 %.
Las siguientes directrices han sido determinadas de tal modo que no se exceda el nivel carboxihemoglobina del 2.5 %, aun cuando un sujeto normal realice ejercicio ligero o moderado:
·         100 mg/m3 (≈ 90 ppm) durante 15 minutos
·         60 mg/m3 (≈ 50 ppm) durante 30 minutos
·         30 mg/m3 (≈ 25 ppm) durante 1 hora
·         10 mg/m3 (≈ 10 ppm) durante 8 horas

En el siguiente cuadro se puede observar los efectos del monóxido de carbono sobre la salud.



Bibliografía

lunes, 1 de julio de 2019

Seguridad basada en el comportamiento


Seguridad basada en el comportamiento

En las últimas décadas las organizaciones han venido adoptando diversos modelos de gestión de la seguridad y la salud en el trabajo, con la finalidad de mejorar su asertividad en la disminución de los accidentes e incidentes laborales. Sin embargo, la mayoría de estos modelos de gestión tradicionales han estado limitados por su carácter reactivo y temporal.
Uno de los enfoques de mayor importancia en la superación de todas estas limitaciones tiene que ver con en el proceso de gestión de seguridad basada en los comportamientos que se basa en el desarrollo de observaciones a las personas en el cumplimiento de las tareas y retroalimentación de información y reforzamiento positivo en tiempo real, con el propósito de eliminar los comportamientos y riesgos observados, así como, en algunos de los casos más avanzados, modificar los factores ambientales y organizativos que los originan.
La SBC es una herramienta de gestión basada en la observación de las conductas seguras en el lugar de trabajo y cuya finalidad es reforzar y mejorar el desempeño o comportamiento seguro de todos los componentes de una organización.
Las conductas y las actitudes que tenemos las personas, son un tema verdaderamente complejo y a la vez de gran importancia por cuanto que las empresas y organizaciones están constituidas por personas. En la gestión de la prevención deberíamos dar más importancia a este capítulo. Existen unas condiciones materiales de seguridad, un medio ambiente físico de trabajo, contaminantes químicos y biológicos que pueden estar presentes en el medio ambiente de trabajo, una determinada carga de trabajo, una determinada organización del trabajo…Sin embargo una correcta gestión de la prevención de riesgos laborales no sólo debe influir en las condiciones materiales, ambientales y organizativas del trabajo sino que también debe contemplar una intervención en el “subsistema social de la empresa” 
Un principio esencial de esta aproximación es la concepción del comportamiento como un mecanismo adaptativo en función del cual aquellos comportamientos que son seguidos consistentemente por consecuentes positivos tienden a incrementar su probabilidad de aparición. Precisamente se denomina refuerzo positivo a todo aquel evento (estímulo, complejo de estímulos o incluso otro comportamiento) que al presentarse después de una conducta incrementa la probabilidad de esta. Aunque no es, ni mucho menos, el único elemento disponible para intervenir sobre el comportamiento, lo cierto es que el refuerzo constituye una herramienta esencial de todas las aplicaciones de los conocimientos de Psicología del Aprendizaje, incluida la aplicación al campo aplicado de la prevención de riesgos denominada Seguridad Basada en el Comportamiento

Según la Teoría Tricondicional del Comportamiento Seguro, para que una persona trabaje segura ¿qué condiciones deben darse?
Para que una persona trabaje seguro deben darse tres condiciones:
1. debe poder trabajar seguro.
2. debe saber trabajar y seguro.
3. debe querer trabajar seguro.

Las tres condiciones son necesarias y ninguna de ellas es condición suficiente

En la siguiente imagen se pueden apreciar estas condiciones 

Las tres condiciones son necesarias y ninguna de ellas condición suficienteEste “sencillo” modelo, nos permite diagnosticar e intervenir para realizar una correcta integración y planificación de la PRL. Nos permite detectar e identificar en qué condiciones debemos actuar y qué acciones preventivas podemos desarrollar de manera eficaz.


La SBC, desde el ámbito de la Psicología de la Seguridad y Salud Laboral es una metodología o herramienta de gestión dirigida establecer, mantener y aumentar el comportamiento seguro. La SBC nos permite actuar sobre el Factor Humano, sobre el Querer trabajar seguro. Trata de educar” a los trabajadores y arraigarles en los principios básicos de la PRL de forma que la seguridad y salud sea un valor en las personas y como un valor de la organización.
Entonces….esta metodología puede aplicarse en organizaciones donde dispongan de un Sistema de Gestión de la Prevención consolidado, donde las condiciones de seguridad e higiene estén superadas, donde se haya empoderadoa los trabajadores sobre los riesgos, su identificación, las medidas preventivas y protectoras aplicables…Es decir, organizaciones donde se puede trabajar seguro y donde sus trabajadores saben trabajar seguro. Esta metodología no tiene mucho sentido en organizaciones con equipos, maquinaria, condiciones ambientales deficientes, métodos de trabajo inseguros .. o para suplir las deficiencias en materia de información y formación…
LOS 7 PRINCIPIOS Y FUNDAMENTOS BÁSICOS DE LA SBC

1. Basada en la observación de la conducta/comportamiento

Los programas de SBC se basan en observar el comportamiento real, tangible y observable de los trabajadores y esto incluye tanto observar lo que la gente hace como aquello que deja de hacer. La observación debe permitir diferenciar entre comportamientos seguros e inseguros. El proceso de observación en un programa de SBC debe ser permanente, e incluir observaciones planeadas y no planeadas.

2. Basada en la observación de factores externos
Debemos observar aquellos elementos tangibles, medibles, factores externos que afectan al comportamiento como la interacción social, la supervisión, la gestión directiva, el liderazgo…ya que estos factores pueden promover o aceptar comportamientos de riesgo y por tanto inseguros.

3. Dirigir con activadores y motivar con consecuentes
¿Por qué hacemos algo? Porque queremos algo, porque esperamos una recompensa.

Un activador es un estímulo que percibido por el usuario, desencadena una determinada conducta o comportamiento. El activador funciona porque el usuario ha aprendido que si realiza esa conducta después de presentarse ese activador obtendrá una recompensa o evitará un castigo. Los activadores son de especial importancia ya que su fuerza o poder radica en la fuerza de las consecuencias que desencadene. Los programas de SBC tienen como objetivo diseñar y trabajar secuencias ABC

4. Orientada a consecuencias positivas
Se trata de motivar el comportamiento seguro a través de consecuencias positivas. La SBC trata de identificar las consecuencias que están reforzando a los comportamientos inseguros y eliminarlas o reducirlas. En otro orden, la SBC tendrá que crear o potenciar a aquellas consecuencias que refuercen a los comportamientos seguros.

5. Aplicar método científico de control
Aplicar un método de control cuantificable, riguroso y de manera continua que permita determinar objetivamente si los resultados obtenidos con el programa son positivos, en qué términos, incluso su valor económico. Ésta es una característica imprescindible de esta herramienta de gestión, la medición del desempeño.
Para ello se puede emplear la secuencia DOIT;

D
Definir las conductas objetivo, las conductas clave
O
Observar las conductas para tener la línea base
I
Intervenir sobre las conductas
T
Realizar test, esto es, medir el impacto del método

6. Basada en la mejora continua. Utilizar los resultados para retroalimentar el sistema 
Los resultados deben servir para la mejora continua del programa. Un programa de SBC debe ser flexible e ir adaptándose según los resultados en aras a una mayor eficacia del mismo. La secuencia DOIT, es similar al conocido ciclo de mejora continua PDCA (Plan, Do, Check, Act) permitiendo introducir o adaptar no solo la fase de intervención sino también en el reenfoque de las observaciones o en las conductas objetivo.

7. Considerar los sentimientos y emociones 
Un cambio en el comportamiento es eficaz si éste es sostenido en el tiempo. Para que sea sostenible en el tiempo el nuevo comportamiento debe inducir a su vez a un cambio en la conducta cognitiva y sus actitudes. Por ello es importante enfatizar y desarrollar sentimientos positivos, consolidar las actitudes positivas y estimular el aprendizaje y participación favoreciendo el autocontrol de la seguridad.
LAS CLAVES DEL ÉXITO EN UN PROGRAMA DE SBC
Para que un programa de SBC tenga éxito se debe:
  • Ejercer un liderazgo visible y ejemplar por parte de la dirección de la organización
  • Contar con el compromiso de la dirección de la organización
  • Observar y escuchar de forma activa y proactiva
  • Influenciar
  • Realizar acciones
  • Medir
  • Contar con los recursos necesarios para su diseño, desarrollo, implantación y seguimiento.
  • Contar con la participación de las personas de la organización a nivel estratégico (Gerencia, Dirección), a nivel táctico (Mandos intermedios, Supervisores..) y a nivel operativo (trabajadores).
Hemos visto de manera resumida qué esta metodología y los principios sobre los que se asienta. Es una metodología eficaz para intervenir a nivel de psicología de la Seguridad y Salud en la siniestralidad laboral pero que tiene cierto grado de complejidad en su diseño, desarrollo, implantación y seguimiento por lo que es recomendable contar con expertos con conocimiento y experiencia en el desarrollo de programas de SBC. Sin duda una metodología de gran interés para los prevencionistas.

Bibliografía