viernes, 12 de junio de 2020

domingo, 3 de mayo de 2020

Exposición a radiaciones





Exposición a radiaciones
¿Cómo afectan las radiaciones a la salud?

Estamos rodeados de radiaciones electromagnéticas. Desde la aparición de los seres vivos en el planeta, estos han evolucionado y se han acondicionado a las radiaciones electromagnéticas terrestres (geomagnetismo) y cósmicas.
La aparición de la industria eléctrica ha presentado, como subproducto, los campos eléctricos, magnéticos y electromagnéticos, estos de origen artificial y dado que la industria eléctrica y su infraestructura se desarrolla con abrumadora rapidez, los organismos biológicos no se pueden adaptar con igual velocidad al rápido desarrollo de esta industria. Por este motivo y en aras de proteger al ser humano y su entorno organizaciones internacionales desde finales de la década de los setenta, se han dado a la tarea de investigar los efectos de los campos electromagnéticos sobre seres vivos.
Las radiaciones se clasifican en dos grandes grupos: Radiaciones ionizantes y no ionizantes. La diferencia entre ellas estriba en su capacidad (asociada a su energía) de ionizar moléculas. Nuestro organismo está compuesto primordialmente por agua y por moléculas orgánicas (basadas en carbono) tales como carbohidratos, lípidos, proteínas, ácidos nucleicos, etc.
Cuando se irradia una molécula de agua o una molécula basada en átomos de carbono, ocurre la excitación de los enlaces, incrementando su nivel energético y por lo tanto generando calor (este es el mecanismo por medio del cual se calienta la comida en los microondas), si la energía es lo suficientemente alta se puede escindir el enlace carbono-carbono generando radicales libres. La energía es directamente proporcional a la frecuencia de la onda e inversamente proporcional a la longitud de onda. Por lo tanto mientras menor sea la longitud de onda mayor será la energía.
En la siguiente imagen se puede observar el espectro electromagnético, el tipo de radiación y las energías asociadas a cada una.


Las radiaciones ionizantes pueden actuar de manera directa sobre moléculas biológicas como el ADN produciendo cambios en su estructura o de manera indirecta a través de la lisis del agua, lo cual genera radicales libres y estos a su vez actúan sobre las moléculas orgánicas. Los organismos tienen la capacidad de reparar los daños causados por los radicales libres, sin embargo la continua exposición incrementa la probabilidad que las reparaciones sean defectuosas. Esto puede conducir a diferentes cambios, desde mutaciones no letales hasta patologías letales incluyendo el cáncer.
En las siguientes imágenes se puede observar la escisión de una molécula orgánica y los efectos en el material biológico.



La radiación solar es una mezcla de radiaciones de diferentes frecuencias. La fracción de luz ultravioleta es la más perjudicial sobre la piel del humano.
En la siguiente imagen se muestra la penetración de la luz ultravioleta en la piel del humano.


La región del espectro electromagnético asociado a radiaciones no ionizantes es muy amplio, dentro del cual se tiene:
Frecuencias extremadamente bajas (FEB): Ondas que están entre los 1 Hz y 300 Hz; se cuentan dentro de estas las instalaciones de transporte y distribución de energía eléctrica que actúan a 60 Hz para nuestro país. Los campos electromagnéticos (CEM) más significativos son debidos a tendidos de alta tensión y subestaciones eléctricas (S/E), estas constituyen los nodos del sistema de transporte. En las S/E los CEM más intensos son generados por líneas entrantes y salientes.
Radiofrecuencias (RF): Frecuencias comprendidas entre 3 kHz a 300 MHz, e incluyen las radiocomunicaciones en AM y FM.
Microondas (MO): Frecuencias superiores a 300 MHz hasta 300 GHz, son producidas por telefonía móvil, hornos microondas, radares y sistemas de comunicación; la telefonía móvil o celular actualmente emplea bandas entre 800 MHz a 1.900 MHz (Microondas), con transmisión directa. Los elementos básicos de este sistema son dos: el terminal o teléfono móvil y la estación base. Para los terminales la potencia varía entre 0.6 W a 2 W.
Contaminación Electromagnética: Se refiere a todas aquellas radiaciones electromagnéticas que resultan como subproducto en el funcionamiento de equipos eléctricos, sean caseros (electrodomésticos), de telecomunicaciones, o industriales.
En lo que respecta a las radiaciones no ionizantes existe cierta evidencia científica que sugiere algunos efectos adversos para la salud de las radiaciones “no ionizantes” de alta frecuencia, que producen una elevación de la temperatura de órganos y tejidos (efectos térmicos). También existen evidencias que sugieren que las radiaciones electromagnéticas “no ionizantes” de baja frecuencia, no alcanzan a producir efectos térmicos pero inducen corrientes a nivel muscular; pues además se encuentran otros efectos biológicos menos probados, tales como el desarrollo de diversos tipos de cáncer y alteraciones en el sistema nervioso central.
La OMS define salud como un estado de bienestar físico, mental y social, y no sólo como ausencia de enfermedad o trastorno, por eso es necesario hacer una distinción entre los conceptos: interacción o interferencia, percepción, efecto biológico, lesión y riesgo. Cuando una entidad biológica se expone a un CEM, se produce una interacción entre la potencia del campo, la corriente eléctrica inducida y las cargas del tejido corporal. El efecto biológico es la respuesta fisiológica a esa interacción, que puede o no ser perceptible por el organismo expuesto. El efecto biológico no tiene que ser necesariamente una lesión. Se produce una lesión cuando el efecto biológico supera las propiedades biológicas de compensación del organismo. El riesgo es una probabilidad latente de que se produzca una lesión. Los efectos producidos por exposición a CEM desde el punto de vista clínico se pueden clasificar en agudos y crónicos (2). Los efectos agudos se relacionan con efectos inmediatos y objetivos, y los crónicos no son ni inmediatos ni objetivos, se pueden denominar a largo plazo; además se pueden clasificar como nocivos y benéficos estando estos últimos en el campo de la magnetoterapia.
Las ondas electromagnéticas interactúan entre sí y dado que los seres vivos somos cuerpos eminentemente electromagnéticos, interactuamos con el espectro electromagnético que nos rodea y se producen fenómenos de absorción, transmisión y emisión de energía, con cambios de estado en niveles energéticos de las moléculas.
La interacción del material biológico con una emisión electromagnética depende en principio de la frecuencia de la emisión, o sea de la cantidad de energía que este absorbe. Los CEM inducen la formación de momentos de fuerza sobre las moléculas que pueden ocasionar el desplazamiento de iones situados en posiciones sin perturbación, vibraciones en cargas unidas y la rotación de moléculas bipolares, como las del agua. Estos mecanismos son incapaces de ocasionar efectos observables tras la exposición a CEM de bajo nivel, dado que quedan superpuestos a agitación térmica aleatoria. Además, el tiempo de respuesta debe ser lo suficientemente rápido para permitir que la respuesta se produzca durante el periodo de tiempo de la interacción. Ambas consideraciones implican que debe existir un valor umbral (dosis), por debajo del cual no existe respuesta apreciable y una frecuencia límite por encima de la cual no se advierte respuesta. Por debajo de los 100 kHz el principal mecanismo de interacción es la inducción de corrientes en tejidos. El CE induce una carga superficial sobre un cuerpo conductor expuesto, la cual produce una corriente dentro del mismo. La magnitud de la corriente inducida depende de muchos factores: tamaño, forma, composición interna, distancia, configuración del campo. Otro fenómeno recientemente propuesto es el de resonancia estocástica, la cual está relacionada con la recepción, transducción y amplificación de la señal impuesta a las membranas por los campos magnéticos de FEB.
Una de las cuestiones más delicadas al momento de valorar los efectos de los CEM tiene que ver con la definición de dosis. En términos fisiológicos, una dosis es una cantidad de un agente o producto que se recibe en un tiempo determinado. Esto está bien definido para algunas sustancias químicas, con los CEM no es tan simple y plantea uno de los principales problemas, ya que actualmente no se conoce con certeza qué aspecto del CEM al que se está sometido, es el más importante a la hora de producir un efecto sobre la salud o la integridad de un ser vivo.
La tasa a la cual la dosis es entregada o absorbida se llama tasa de dosis. En el campo de la biología de las RNI (radiaciones no ionizantes), la dosis es definida en términos de energía y la tasa de dosis se define en términos de potencia. Sabiendo esto la TAE (tasa de absorción especifica), determina la cantidad de energía absorbida por el organismo, y se expresa en W/Kg. Un parámetro igualmente importante es la densidad de potencia (S) incidente en una superficie, que se da en W/m². Además de esto la densidad de potencia de un CEM se refiere al producto entre las componentes del campo eléctrico y magnético
W (W / m²) = Ε (V / m) X H (A / m)
En realidad no se sabe qué aspecto tiene más impacto: si es el nivel medio de exposición diario, si sólo son importantes las exposiciones por encima de cierto valor umbral o sí, por el contrario, lo que hay que tener en cuenta es el número de veces que se entra y se sale de un campo electromagnético dado.
Otra dificultad añadida, que complica más el panorama, tiene que ver con que no existe ninguna seguridad de que intensidades más altas de CEM produzcan efectos más perjudiciales que intensidades más bajas. Por lo anterior, la dosimetría es uno de los elementos más importantes para cualquier estudio científico.
Efectos biológicos de las radiaciones no ionizantes:
Varios estudios experimentales muestran que las radiaciones no ionizantes pueden tener efectos sobre el material genético (clastogénicos), ya sea directamente o sirviendo como un cofactor de agentes químicos de reconocida capacidad cancerígena.
Otro mecanismo es la inducción de proteínas de choque térmico, las cuales proveen respuestas e interacciones que permiten a las células cancerosas evadir los ataques del sistema inmune y de agentes farmacológicos.
Los efectos biológicos producidos en los seres vivos por CEM no ionizantes, dependen de la respuesta fisiológica a la cantidad de energía absorbida por los organismos. La respuesta de un sistema biológico a la interacción con un CEM depende de las propiedades intrínsecas del sistema, de las características del CEM (frecuencia y potencia radiante) y de las condiciones del medio donde se produce la interacción.
En una primera clasificación de estos efectos se describen dos tipos: (a) efectos térmicos y, (b) efectos no térmicos, los cuales incluyen cambios en la producción de melatonina, ferritina, ornitín descarboxilasa y poliaminas relacionadas, proteínas de choque térmico (HSP), mastocitos e histamina, alteraciones en la membrana celular, aumento de permeabilidad de la barrera hematoencefálica, cambios endocrinos, mutagenicidad e imprinting.
Los efectos tratados aquí corresponden a resultados de estudios por exposición a REM, divididos en dos grupos:
(A) a frecuencias extremadamente bajas (FEB)
(B) a radiofrecuencias (RF) y a microondas (MO). Cada grupo presenta tres clases de estudios: in vitro, in vivo y epidemiológicos, aunque también se han realizado estudios por simulaciones y modelos de laboratorio.
Estudios realizados con CEM de frecuencias extremadamente bajas.
Estudios en la célula: La ausencia de mutaciones del material genético en el núcleo de las células, la naturaleza dispersa y el bajo rango de efectos notorios a altos niveles de exposición, son todos factores a favor de la conclusión de ausencia de potencial cancerígeno de los CEM FEB.
Estudios en animales: En diferentes estudios realizados en EEUU y en el Japón con roedores expuestos a altas intensidades de CM propusieron que no hay una relación clara entre la exposición a CM y cáncer. Lamborso en 1996 encontró en roedores inhibición de la secreción de la melatonina y ya que esta es un marcador del ritmo circadiano, este puede verse alterado por exposición a CEM FEB.
Estudios de laboratorio relacionados con el cáncer: Se han llevado a cabo numerosos estudios sobre diferentes sistemas biológicos con el objeto de valorar experimentalmente la supuesta carcinogenecidad de las exposiciones a CEM FEB: No existe evidencia de que los CEM FEB puedan ocasionar alteraciones en la estructura del ADN y que estos ocasionen cáncer de mama en animales. Por tanto, es improbable que dichos campos actúen como indicadores del proceso de transformación neoplásica. Si estos campos resultasen ser cancerígenos, actuarían más bien como promotores, acelerando el crecimiento de las células que hubieran sufrido daño genético anterior.
La US Enviromental Agency (1997) ha descubierto que la melatonina puede inhibir el crecimiento de las células MCF-7 en cultivo y que con 1,2 μT a 60 Hz puede bloquear completamente la acción oncostática.
Epidemiología del cáncer: Desde 1979 a través de los estudios de Wertheimer y Leeper, que detectaron una excesiva mortalidad de cáncer en niños que vivían en hogares expuestos a CM supuestamente altos, se sospechaba que la exposición débil a CM FEB podría ser importante en el origen del cáncer.
La mayor parte de los estudios se han centrado en demostrar el impacto de las líneas de alta tensión y los CEM sobre la salud de las personas. La búsqueda de la relación entre el cáncer en niños o leucemia linfoblástica y la presencia de líneas de alta tensión o subestaciones, en cercanía de las viviendas ha sido un factor determinante en las investigaciones. Pero todos llegan a resultados contradictorios, no se ha encontrado una correlación estadística entre la incidencia de leucemia y las líneas de alta tensión.
Los efectos de los CM sobre los tejidos vivos, son de tipo electrodinámico donde la fuerza de interacción con las cargas móviles responde a las leyes de Maxwell. Estos efectos consisten en la orientación de las grandes moléculas hacia una configuración de mínima energía. Los CM inducen tensiones y corrientes en los tejidos según las leyes de Faraday y Lenz, siendo precisamente la densidad de corriente inducida el parámetro que caracteriza los principales efectos sobre los tejidos vivos.
En cuanto al CE se pueden producir calentamiento de los tejidos por efecto Joule, el cual es directamente proporcional al cuadrado del campo y a la conductividad del medio. Dado que la hemoglobina (Hb) y la mioglobina (Mb) son células paramagnéticas los campos magnéticos podrían influir en su comportamiento y en las reacciones bioquímicas con participación de los radicales libres. El CE también puede producir el efecto llamado electroforesis, que es el movimiento de partículas cargadas, iones inorgánicos o células vivas, en una solución, y teniendo en cuenta que la importancia del campo bioeléctrico se manifiesta equilibrando la tendencia a la difusión. La magnitud de este campo puede afectar la velocidad de estas partículas y producir efectos en el metabolismo. Los CEM pueden inducir corrientes en el cuerpo que dependen de la intensidad y de la frecuencia del campo, las mayores sensibilidades al campo se dan en frecuencias entre 10 Hz y 500 Hz, a partir de 1 KHz va disminuyendo la sensibilidad en términos del campo externo aproximadamente con el inverso de la frecuencia. Entre 1 KHz hasta 100 KHz esta se mantiene aproximadamente constante.
En términos de densidad de corriente los efectos en los nervios y estimulación muscular ocurren a densidades de 1 A/m² a frecuencias industriales. A niveles más altos, del orden de 3 A/m², se dan contracciones involuntarias de los músculos y la posibilidad de fibrilación cardiaca. Si se toma la densidad de corriente o la corriente inducida como base, entonces hay diferencia fundamental entre los efectos producidos por el CE y el CM, ya que sólo se diferencia en este aspecto la distribución de las corrientes en el cuerpo.
Estudios realizados con CEM a Radiofrecuencia y Microondas.
En este aparte se relacionan algunos estudios realizados in vitro e in vivo.
Estudios en la célula: Los CEM disponen de una cantidad de energía por fotón que es insuficiente para provocar destrucción de las células, pero suficiente para generar cambios en su morfología, metabolismo, reproducción o duración de la vida celular.
Estudios sobre la membrana celular indican que la RF de baja intensidad puede alterar las propiedades de la membrana celular tanto desde un punto de vista estructural como funcional y a una variedad de propiedades de los canales iónicos como son la disminución en la formación de los canales y la disminución en los periodos de apertura. Estos estudios incluyen campos constantes y pulsantes a diferentes intensidades. Así parece que varias intensidades de RF afectan a los canales de membrana. La inhibición de la actividad bioeléctrica se debe al aumento de la conductancia de la membrana al K+, en un proceso de apertura de los canales de K+ dependientes de Ca²+.
Estudios genéticos:
De la revisión de estos estudios se deduce que para poder extractar una conclusión válida es necesaria una investigación mucho más profunda. La hipótesis de que la exposición a CEM de RF puede ser asociada con cáncer, especialmente leucemia, podría ser fortalecida si existiera un modelo válido en animales, pero todavía no han sido publicados estudios adecuados.
Bates (1991) presentó evidencia epidemiológica de la correlación entre la exposición a campos electromagnéticos débiles de 50 Hz (FEB) de origen habitacional y el cáncer. Esta correlación es estadísticamente significativa para la exposición a campos de origen domiciliario en niños. La significancia estadística descrita es fuerte para cánceres del sistema nervioso central, especialmente cerebrales en niños. En tanto, los estudios epidemiológicos indican posibles relaciones entre la exposición a RF y un aumento del riesgo de cáncer. Algunos hallazgos positivos fueron encontrados entre la leucemia y los tumores cerebrales, pero en conjunto los resultados no son concluyentes y no permiten aportar las hipótesis para señalar que la exposición a CEM RF sea una causa directa del cáncer.
Efectos de la REM debidas a teléfonos celulares
Se ha demostrado elevación de temperatura superficial y profunda en tejidos de la cabeza expuestos localmente a radiación electromagnética de 900 MHz proveniente de teléfonos celulares, indicando que el efecto térmico puede alcanzar al tejido cerebral, con sus consiguientes efectos adversos para la salud y también efectos neuroconductuales.
Se ha medido experimentalmente (en ratones) los efectos de la radiación electromagnética similar a la de algunos equipos telefónicos celulares, de 900 MHz, que causa en éstos un riesgo relativo de 2,4 en relación a animales controles para desarrollar linfomas.
Para el ser humano, hay algunos estudios preliminares que sugieren, pero de una manera no concluyente, una mayor frecuencia de tumores cerebrales en usuarios de teléfonos celulares. Se ha encontrado una incidencia 3 veces mayor de cáncer cerebral en usuarios de teléfonos móviles aplicados al oído en comparación con teléfono manos libres; pero no se ha detectado significancia estadística para dicho efecto, probablemente debido al reducido número de casos en dicho estudio.
También se ha demostrado un aumento de tumores neuroepiteliales cerebrales en el hemisferio cerebral del lado de uso del teléfono celular, en comparación con hemisferio cerebral contralateral. Es necesario considerar que la radiación electromagnética emitida por antenas base de teléfonos celulares es transmitida de manera no uniforme en ambientes urbanos, debido a que emiten en forma direccionada y a reflexiones ambientales; además, los estándares se refieren a intensidades promedio y no a los posibles picos de alta intensidad que pueden encontrarse en algunas áreas. Si bien los límites impuestos por las normas hacen que no se produzcan los efectos térmicos sobre las personas expuestas, es necesario considerar la existencia de efectos no térmicos, producidos con intensidades mucho más bajas de radiación, cuyos efectos crónicos o diferidos sólo podrán ser detectados por estudios epidemiológicos en el largo plazo.
Como conclusión, las investigaciones sugieren que el potencial cancerígeno de los CM es muy bajo inclusive a altos niveles de exposición, aunque la ausencia completa de riesgo no ha podido ser probada.
Debido al efecto de latencia de enfermedades como el cáncer, que puede ser mayor a diez años y dado el poco tiempo que lleva el uso de la telefonía móvil, existe la duda acerca de los efectos a largo plazo.
Luego de analizar la documentación existente en cuanto a estudios sobre efectos de la exposición a REM NI y observar que no hay criterios unificados acerca de los riesgos que esta produce, se debe apelar al principio de cautela y tener un conjunto de normas que protejan el sector laboral y al público.
Material sobre radiaciones no ionizantes tomado de:

domingo, 1 de marzo de 2020

¿Puede protegernos una mascarilla quirúrgica de contagiarnos por el coronavirus?


¿Puede protegernos una mascarilla quirúrgica de contagiarnos por el  coronavirus?

Las mascarillas quirúrgicas son paños de tela que se sujetan a la cara mediante dos gomitas o lazos. Se llaman así porque son precisamente las mascarillas que llevan los médicos cuando practican intervenciones quirúrgicas y no están pensadas para proteger al que las lleva de un virus que se transmite por el aire.

Robert Amler, ex-jefe médico de la agencia para sustancias tóxicas y registro de enfermedades del CDD lo explica así:

Las mascarillas quirúrgicas están pensadas para que cuando hables, estornudes o resoples no emitas pequeñas gotitas microscópicas de saliva o mucosidad al aire que puedan ser respiradas por otra persona. Esto aplica sobre todo si estás enfermo. El uso de mascarillas quirúrgicas está muy extendido en la cultura oriental, particularmente en Japón, como una medida de cortesía de las personas que tienen gripe o catarro. También se usan para filtrar malos olores, e incluso como complemento de moda.

Las mascarillas quirúrgicas no protegen de los virus por dos razones. La primera es que el tamaño de los virus es tan pequeño que puede colarse por los agujeros de entre la tela. De todos modos tampoco lo necesita porque las mascarillas quirúrgicas no son herméticas. Parte del aire que respira el que las lleva se cuela por los laterales o los huecos a ambos lados de la nariz. Por esa misma razón no son eficaces contra otros contaminantes aéreos. Tampoco protegen las mucosas de nuestros ojos si una persona enferma nos estornuda en la cara y sí, virus como el de la gripe pueden entrar al organismo por ahí también.

Dicho esto, no hay nada de malo en llevar esas mascarillas. Un estudio clínico realizado en 2008 demostró que las familias cuyos miembros usan mascarillas quirúrgicas cuando alguien en casa tiene gripe tienen un 80% menos de posibilidades que las familias que no las llevan. El matiz es que tienen que llevarlas todo el rato y compaginarlas con una adecuada higiene. Hay que lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse la cara, especialmente la nariz, la boca y los ojos. Otros estudios realizados en residencias de estudiantes llegaron a las mismas conclusiones.

El siguiente paso en la protección contra patógenos que se transmiten por vía aérea son las máscaras o respiradores N95. Se llaman así porque están diseñadas para contener el 95% de las partículas que flotan en el aire.

¿Están los virus dentro de ese 95%? La respuesta es clara: no.

La FDA explica que los filtros de los respiradores N95 están pensados para contener partículas mayores de 0,3 micras. El virus de Wuhan, por citar el caso de más actualidad, tiene un diámetro de 0,12 micras. En otras palabras, los respiradores N95 tampoco protegen completamente de un virus que se transmite por el aire, pero sí es cierto que ofrecen una protección mucho mayor que la de las mascarillas quirúrgicas. Eso siempre y cuando se tome algunas precauciones.

En las siguientes imágenes se muestra el tamaño de los virus y la diferencia entre una  mascarilla quirúrgica y un respirador






La primera de esas precauciones es el ajuste. Los respiradores N95 se ajustan muy firmemente a la cara y no dejan huecos. Hay que tener especial cuidado al ponérselos porque al inspirar podemos abrir huecos por los que entre el aire en lugar de hacerlo por los filtros diseñados precisamente para parar las partículas.

Otro detalle importante es para los individuos que usan barba. La FDA explica lo siguiente:

Los respiradores N95 son realmente incómodos de usar. No solo van muy apretados a la cara, sino que dan calor y dificultan la respiración. En algunas personas con problemas respiratorios o cardíacos pueden hasta ser perjudiciales. Si ya estás enfermo con algo como una gripe, llevar un respirador N95 solo te complicará la vida aún más.

Elegir el respirador correcto

Hay dos grandes categorías de respiradores N95, los de uso industrial y los de uso médico.

Los primeros se usan para trabajos en los que nos sometemos a mucha contaminación atmosférica. Imagina algo como trabajar en un aserradero o con productos químicos que emiten vapores tóxicos como algunos esmaltes o pinturas. La FDA llama a estas máscaras Respiradores N95 para uso ocupacional.

Los respiradores N95 ocupacionales tienen algunas ventajas si los vas a usar durante horas lijando madera. Están equipados con válvulas de salida de aire pensadas para facilitar la respiración y evitar que nos den mucho calor.

La FDA explica que estas válvulas de exhalación son incompatibles con su uso médico. Por otra parte, los respiradores N95 industriales no son de usar y tirar aunque sus filtros sí lo sean. Eso significa que pueden acumular suciedad, humedad e incluso patógenos, lo que a la larga los convierte en un caldo de cultivo que quizá no queramos llevar en la cara.

Los respiradores N95 aprobados por la FDA para uso médico son pequeños y siempre desechables. Externamente se diferencian de las mascarillas quirúrgicas en que se ajustan perfectamente a la cara y en que a menudo (no siempre) llevan una pieza que sobresale donde está el filtro antipartículas.

Respiradores N95, P95, R95, N99 y Clase 100

Hay tres tipos de máscaras: N, P y R. Estas letras definen su grado de resistencia a los aceites. Los filtros de las máscaras están fabricados con sustancias que a menudo se degradan y pierden su eficacia en contacto con hidrocarburos (piensa en vapores de derivados volátiles del petróleo como la gasolina). Los filtros tipo N no resisten las partículas oleosas. Los tipo P resisten estas partículas hasta cierto punto, y los tipo R las resisten perfectamente. Esta clasificación es importante si vas a trabajar en una industria donde hay muchos contaminantes basados en hidrocarburos. A efectos médicos da igual agua que aceite.

Junto a la letra hay un número que determina el grado de protección contra las partículas que flotan en el aire. Sí, hay respiradores que protegen contra el 99% de las partículas, y hasta el 100%. Se usan en lugares como laboratorios farmacéuticos donde se trabaja con sustancias que son extremadamente tóxicas en estado puro como las que se usan para elaborar fármacos contra el cáncer.

¿Cómo saber si un respirador es realmente bueno?  Todos los respiradores aprobados para uso industrial o sanitario en Estados Unidos deben estar homologados por El Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH por sus siglas en inglés). Se trata de la agencia federal estadounidense (dependiente del CDC) que se encarga de prevenir enfermedades y lesiones en entornos de trabajo.

Si estás pensando en comprar un respirador, distinguir uno homologado de una copia barata es tan fácil como fijarte en las letras del exterior. Los respiradores homologados deben llevar un número de aprobación del NIOSH, y normalmente llevan el logotipo de la agencia (o la palabra NIOSH en mayúsculas). También se recomienda que lleven un número de lote, de modelo, y los datos del fabricante. Por último llevan siempre visible el número que indica el tipo y porcentaje de protección. 

En la siguiente imagen se muestra la información que debe llevar un respirador


Usar un filtro N100 no te hace inmune a los virus. Pueden seguir entrando a través de tus ojos o llegar a ti si no mantienes una correcta higiene y te tocas mucho la nariz. De todos modos tampoco es necesario. Como ya explicamos en esta infografía el Coronavirus de Wuhan no es una plaga tan mortal como parece por la cantidad de noticias sobre ella (la gripe estacional es peor, solo que la conocemos mejor), pero tener a mano algo de protección tampoco está de más. Al menos podremos barnizar la mesa del salón con total seguridad.



Bibliografía:




domingo, 23 de febrero de 2020

¿Qué relación existe entre el estrés y el cáncer?



¿Qué relación existe entre el estrés y el cáncer?

La relación entre el estrés crónico y el cáncer es mediada por el aumento de cortisol y catecolaminas, que además de disminuir la inmunidad celular tienen un efecto directo en la promoción del crecimiento tumoral al estimular la angiogénesis (formación de nuevos vasos sanguíneos) y las metástasis.
El estrés también disminuye la capacidad de autoreparación del ADN en el núcleo celular y estimula la apoptosis (muerte celular programada).
Estudios en pacientes que van a ser operados de tumores cancerosos muestran que el estrés prequirúrgico está relacionado a un aumento de las metástasis postoperatorias.
Esto se explica por disminución de la actividad de las células Natural Killer (NK) encargadas de eliminar las células cancerosas residuales de la cirugía (Estudios de Ben-Eliyahu en Israel).
"Evidence that stress and surgical interventions promote tumor development by suppressing natural killer cell activity"
International Journal of Cancer
Volume 80, Issue 6, pages 880–888, 15 March 1999
Ben-Eliyahu y col.
En la revisión de Antoni (2006) se muestra como los mediadores nerviosos y hormonales del estrés, las catecolaminas y los glucocorticoides pueden activar vías celulares dentro de los tumores que contribuyen a su crecimiento y progresión, sinergísticamente facilitan el crecimiento tumoral.
Situaciones estresantes caracterizadas por incremento de catecolaminas y cortisol pueden tener un gran impacto en los procesos relacionados al cáncer.
"The influence of bio-behavioural factors on tumour biology: pathways and mechanisms"
Nat Rev Cancer. 2006 March; 6(3): 240–248 Antoni, Lutgendorf y col.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3146042/
Dr. Jorge Santiago


jueves, 28 de noviembre de 2019

Una nueva ola de crisis de contaminación del aire: ¿qué podemos hacer?


Una nueva ola de crisis de contaminación del aire: ¿qué podemos hacer?

En los últimos meses, una serie de episodios de contaminación del aire han marcado nuevos récords en toda Asia. A principios del verano, en Indonesia, cientos de personas fueron evacuadas y numerosas escuelas tuvieron que cerrar debido a la mala calidad del aire, como parte de una crisis que tiñó de rojo los cielos de la región.
Más recientemente, los niveles de calidad del aire han empeorado en India, lo cual ha motivado un reclamo público y graves consecuencias para grandes sectores de la sociedad. Los picos de polución, especialmente en partículas finas (PM2.5), han provocado el cierre de escuelas, la declaración de emergencia de salud por parte del gobierno estatal, manifestaciones y una amplia cobertura de parte de los medios.
Estos episodios recurrentes ahora suceden todos los años de forma puntual, durante el comienzo del invierno. En India, la contaminación atmosférica extrema se ha convertido en una temporada en sí misma, que va de octubre a febrero. Una causa importante es la quema intencional de residuos agrícolas y bosques en los estados colindantes de Haryana, Punyab, UP y Rajastán, así como el uso de fuego en los hogares para cocinar y calentar. Estas prácticas empeoran los ya malos niveles de calidad del aire causados por la contaminación del transporte, la energía y las fuentes industriales.
Los episodios extremos de contaminación del aire afectan a millones de personas que quedan expuestas a una niebla tóxica espesa durante semanas. Los expertos locales en salud pública estiman que para cuando los niños regresan de la escuela ya han estado expuestos a un nivel de contaminación del aire equivalente a fumar entre 50 y 60 cigarrillos en la región de la ciudad capital. Del mismo modo, los sectores vulnerables de la sociedad están desproporcionadamente expuestos a esta amenaza ambiental.
El material particulado que se encuentra en el smog tiene efectos negativos en la salud humana y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es responsable de 7 millones de muertes prematuras a nivel global cada año. En los países afectados por episodios tan dramáticos, así como por los altos niveles generales de contaminación del aire, esta amenaza ambiental representa el segundo o tercer factor de riesgo más grave para la salud pública.
Un informe reciente del Instituto para los Efectos de la Salud destacó que, si no se toman medidas adicionales para detener las crisis regulares de contaminación del aire, las muertes anuales por esta causa en India aumentarán de 1,1 millones en 2015 a 1,7 millones de muertes en 2030 y 3,6 millones en 2050.
Tales impactos de mortalidad y morbilidad se traducen en pérdidas económicas significativas (aproximadamente hasta 1% del producto interno bruto de India), tal y como ha estimado un estudio en curso sobre el impacto de la contaminación del aire en el capital humano y la economía del país, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) y la Universidad de Delhi.
"Además del impacto perjudicial de la contaminación del aire en nuestra salud, esta amenaza ambiental de grandes magnitudes también afecta nuestras economías, nuestra seguridad alimentaria, nuestro clima y exacerba las desigualdades", dijo Soraya Smaoun, coordinadora de calidad del aire de UNEP.
La polución del aire y el cambio climático están intrínsecamente vinculados, ya que los contaminantes atmosféricos afectan el clima y a menudo se emiten conjuntamente con los gases de efecto invernadero.
Como Asia ha experimentado los episodios más dramáticos de contaminación del aire en los últimos años, muchos estudios se han centrado en soluciones regionales. En 2016, la Coalición Clima y Aire Limpio encargó un informe para encontrar soluciones a la contaminación del aire en las ciudades indias. El informe Respirar un aire más limpio: diez soluciones replicables para ciudades indias fue dirigido por un grupo de trabajo de expertos locales e internacionales. Esbozó soluciones que pueden reducir significativamente la contaminación del aire en el país, incluido el convertir los residuos agrícolas en un recurso para producir electricidad y evitar la quema a cielo abierto.
El año pasado, UNEP y la Coalición de Clima y Aire Limpio publicaron un informe similar centrado en soluciones regionales llamado Contaminación del aire en Asia y el Pacífico: Soluciones basadas en la ciencia, que detalla 25 políticas y medidas tecnológicas que generarán beneficios en todos los sectores.
El estudio constituye la primera evaluación científica integral de las perspectivas de contaminación del aire en la región, y concluye que la adopción de las 25 medidas recomendadas podría conducir a una reducción de un tercio en la mortalidad prematura regional, ayudando a evitar 2 millones de muertes prematuras por la contaminación del aire en interiores cada año.
Los informes convergen en el hallazgo de que los gobiernos locales deben desempeñar un papel central en la lucha contra la mala calidad del aire.
La ciudad indonesia de Jambi, que recibió atención de los medios internacionales debido a que su cielo se enrojeció durante la última crisis, aprobó un plan de mitigación de emisiones que incluye la reducción y captura de metano de los desechos, regulaciones locales que prohíben la quema de residuos, y la plantación de árboles para hacer que sus vecindarios sean más ecológicos.
Tras haberse unido recientemente a la red Respira la Vida, Jambi es solo un ejemplo de cómo las ciudades están tomando la delantera en Asia para mejorar la calidad del aire y proteger a sus ciudadanos y al planeta.
Además, este año el gobierno indio se unió a la Coalición de Clima y Aire Limpio con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente. El Ministro de Medio Ambiente, Bosques y Cambio Climático de la India, Prakash Javadekar, declaró entonces que India trabajará para "adoptar energías más limpias, patrones de producción y consumo sostenibles", así como "transporte, agricultura, industria y gestión de residuos respetuosos con el medio ambiente para promover el aire limpio".
La Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente, junto con otras entidades globales, ha pedido una mayor acción para mejorar la calidad del aire y abordar la polución en general. Ese llamado global está respaldado por procesos políticos regionales que reconocen la salud y el medio ambiente como una prioridad.

La campaña Respira la Vida, un esfuerzo conjunto de la OMS, UNEP y la Coalición Clima y el Aire Limpio, está trabajando con los gobiernos locales y nacionales para diseñar e implementar políticas que mejoren los niveles de calidad del aire en las zonas urbanas. También moviliza y capacita a los ciudadanos para asumir la responsabilidad personal de prevenir la contaminación atmosférica y proteger nuestra salud y el planeta de sus efectos.
Respira la Vida sirve como una plataforma para que las ciudades compartan las mejores prácticas y demuestren el progreso en su camino hacia el cumplimiento de los objetivos de calidad del aire de la OMS en 2030.

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miércoles, 20 de noviembre de 2019

Cinco claves para conseguir un ambiente de trabajo saludable, seguro y sostenible.


Cinco claves para conseguir un ambiente de trabajo saludable, seguro y sostenible.

En un entorno de trabajo saludable, jefes y trabajadores deben colaborar para promover y proteger la salud, seguridad y bienestar de todos pero… ¿sabemos reconocer si en nuestra empresa existe un ambiente de trabajo saludable? La Organización Mundial para la Salud proporciona cinco claves para conseguir un entorno que cumpla con estas características. En este artículo te contamos cuáles son.

Un lugar de trabajo saludable es aquel en que trabajadores y directivos colaboran en un proceso de mejora continua para proteger y promover la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores, así́ como la sostenibilidad del lugar de trabajo, basándose en los siguientes aspectos:
  • La salud y seguridad en lo que respecta al entorno físico de trabajo;
  • La salud, seguridad y el bienestar en relación al entorno psicosocial de trabajo, incluyendo la organización del trabajo y la cultura organizacional;
  • Recursos personales de salud en el lugar de trabajo (apoyando y estimulando estilos de vida saludables);
  • Sistemas de participación en la comunidad para mejorar la salud de los trabajadores, sus familias y miembros de la comunidad.
La Organización Mundial de la Salud nos proporciona cinco claves para conseguir un entorno que cumpla con estas características.

• Clave N° 1: Participación y compromiso de la dirección.

– Aumentar el compromiso por parte de la dirección, así́ como movilizar a las principales partes interesadas (por ejemplo líderes de alto nivel, líderes sindicales…) en la integración de los lugares de trabajo saludables con los valores y objetivos de la compañía.
– Obtener los permisos, apoyos y recursos necesarios.
– Proporcionar evidencias clave de este compromiso, desarrollando y adoptando una política integral que esté respaldada por la máxima autoridad de la empresa que indique claramente que las iniciativas de trabajo saludables son parte de la estrategia empresarial de la organización.

• Clave N° 2: Involucrar a los trabajadores y a sus representantes.

– Los trabajadores y sus representantes no deben simplemente ser ‘consultados’ o ‘informados’, sino que deben participar activamente en cada paso del proceso, desde la planificación hasta la evaluación teniendo en cuenta sus opiniones e ideas.
– Debido a la dinámica propia de las relaciones entre trabajadores y empresarios, es un factor crítico que los trabajadores tengan algún sistema de comunicación colectiva más firme que el de los trabajadores de forma individual. La participación en organizaciones sindicales o regionales puede ayudar a proporcionar estos sistemas de comunicación.

• Clave N° 3: Ética y legalidad empresarial.

– Uno de los principios éticos más básicos y aceptados universalmente es ‘no hacer daño’ a los demás y garantizar la seguridad y salud de los empleados.
– Adherirse a los códigos sociales y éticos como una parte de su rol en la comunidad.
– Hacer cumplir los códigos y leyes de salud laboral.
– Asumir la responsabilidad de los trabajadores, sus familias y el público en general, así́ como evitar riesgos innecesarios y el sufrimiento humano.

• Clave N° 4: Uso de un proceso sistemático e integral para asegurar la mejora continua y la eficacia.

– Movilizar el compromiso estratégico para generar ambientes de trabajo saludables.
– Reunir los recursos necesarios.
– Evaluar la situación actual y el futuro deseado.
– Desarrollar prioridades.
– Desarrollar un plan integral general y planes específicos de acción para aprender de otros, por ejemplo, consultando a expertos de universidades locales o pidiendo a líderes sindicales experimentados que actúen como mentores, visiten otras empresas o consulten en internet.
– Implementar plan.
– Evaluar la aceptación y la efectividad del mismo.
– Mejorarlo cuando las circunstancias así́ lo demanden.

• Clave N° 5: Sostenibilidad e Integración.

– Obtener el compromiso de la alta gerencia para utilizar la salud, la seguridad y el bienestar como ‘filtro’ para todas las decisiones.
– Integrar las iniciativas de lugares de trabajo saludables en el plan global estratégico de la compañía.
– Usar equipos multifuncionales o matriciales para reducir el aislamiento de los grupos de trabajo y establecer un comité́ de salud y seguridad, así́ como un comité́ de bienestar en el lugar de trabajo.
– Evaluar y mejorar continuamente.
– Medir no solo el rendimiento financiero, sino también el conocimiento del cliente, procesos internos de negocio, así́ como el aprendizaje y desarrollo profesional de los empleados para asegurar el éxito empresarial a largo plazo.
– Mantener una visión integral de la salud y seguridad laboral, así́ como examinar todos sus aspectos con el fin de identificar una gama más amplia de soluciones eficaces.
– Considerar factores e influencias externas tales como la falta de recursos para la atención primaria de salud en la comunidad.
– Reforzar y reconocer comportamientos deseados a través de los sistemas de gestión del rendimiento que establezcan estándares de comportamiento y objetivos de resultados.

Debido a la creciente presión social y publica, así́ como al aumento de las expectativas de los consumidores, se espera cada vez más que las empresas no solo cumplan con las obligaciones legales sino que ‘vayan más allá́ de la exigencia legal’ a través de una actuación responsable. Una de las maneras en que las empresas pueden cumplir con estas crecientes expectativas es creando lugares de trabajo que son saludables para sus trabajadores y que previenen enfermedades y dolencias causadas por el trabajo, al mismo tiempo que mejoran la productividad y la competitividad. A pesar de que existen numerosas herramientas para su uso en el ámbito empresarial, la mayoría se centran en riesgos laborales específicos, industrias o sectores concretos pero no existe ningún plan integral de buenas prácticas. Con el fin de proporcionar a las empresas este tipo de plan, la Organización Mundial de la Salud (OMS), basándose en el Plan global de acción de salud en el trabajo, 2008-2017, lanzó una recopilación de buenas prácticas y herramientas adecuadas para su aplicación práctica.


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