martes, 16 de julio de 2019

Factores de riesgo disergonómico Sedestación prolongada


Factores de riesgo disergonómico
Sedestación prolongada



Permanecer en sedestación por largos periodos de tiempo ha llegado a ser considerado como sedentarismo, esto genera molestias a nivel óseo y muscular y también tiene repercusiones en el sistema cardiovascular, sistema renal, musculo esquelético, a nivel metabólico e inclusive llega a comprometer el estado mental del paciente. Se han propuesto múltiples soluciones ante este problema, como el aumento de la actividad física y mejoras en cuanto a la ergonomía de los lugares de estudio, trabajo o ambientes en general en donde los pacientes permanecen sentados por más de 8 horas. Realizar cambios frente a la actividad postural y la duración de esta, no solo evitan los riesgos mencionados anteriormente, sino que reduce los niveles de fatiga, puede llegar a disminuir en un 16 % los valores de glucosa postprandial y evitar la actividad ateroesclerótica, proporcionando así una mejor calidad de vida

Estar sentado durante largas horas, bien sea frente al televisor, jugando videojuegos o en un escritorio trabajando, es un factor que aumenta el sedentarismo y por lo tanto incrementa ciertos riesgos como infarto y muerte súbita. Un estudio demostró que estar sentado durante periodos de tiempo prolongados implica un mayor riesgo para eventos cardiovasculares (hasta un 125% mayor riesgo) y hasta de 50% más de fallecer por cualquier causa (alteraciones metabólicas y neoplasias). Es interesante saber que la actividad física y el ejercicio no ayudan a compensar del todo el riesgo cardiovascular inherente a estar sentado durante periodos prolongados, en otras palabras, las personas activas físicamente presentan en menor medida los efectos adversos de estar sentados durante períodos prolongados en comparación con las personas sedentarias, sin embargo no se puede garantizar que el ejercicio sea una medida que asegure una buena salud general y una medida compensatoria contra todos los malos hábitos de las personas. En las últimas décadas el trabajo de oficina ha cambiado considerablemente, este se ha vuelto de naturaleza sedentaria, con horarios más extensos y con trabajos más exigentes, por lo tanto los trabajadores han comenzado a estar expuestos a determinados riesgos a los cuales anteriormente eran ajenos.

Estar sentado mucho tiempo trae consigo alteraciones para la salud ya que el cuerpo humano no fue diseñado para estar inactivo, estudios han demostrado que pasar más de la mitad del día sentado duplica el riesgo de diabetes y problemas cardiovasculares. Cuando se combinan todas las causas de muerte y se compara a quienes están más tiempo sentados con los que son más activos, los primeros tienen un 50 por ciento más probabilidades de muerte. Las molestias más comunes producidas por sedestación prolongada son las cervicales, abdominales, trastornos en la zona lumbar de la espalda y alteraciones del sistema circulatorio y nervioso, principalmente de miembros inferiores, ya que la falta de movimiento ocasiona cambios en el metabolismo, reduce la cantidad de alimento que se convierte en energía, y por lo tanto promueve la acumulación de grasa llevando a la obesidad, y genera altos picos de azúcar en la sangre luego de la ingesta de alimentos. Un solo evento puede causar estrés en los tejidos del cuerpo, pero si la exposición es corta o mínima no causa una lesión traumática, pues con el tiempo los tejidos son capaces de recuperarse, por el contrario, la exposición repetida a los factores de riesgo, interfieren con el proceso de curación normal del cuerpo dando lugar a una lesión.
Se realizó un estudio para conocer quiénes son las personas que más se veían afectadas por estar en reposo por largos periodos de tiempo y se reconocieron tres tipos de perfiles: A) Personas con trabajos sedentarios; como los de tipo administrativo o aquellos con jornadas laborales largas en oficinas, principalmente los que trabajan en computador
B) Amas de casa y jubilados que dedican varios periodos de tiempo a estar descansando o viendo televisión
C) Estudiantes, la población más importante ya que son jóvenes que se están viendo afectados por enfermedades que anteriormente eran asociadas a personas mayores y que en los últimos años se ha notado un importante aumento en esta población preocupando al sector salud y mostrando un problema a futuro por todos los efectos ya antes mencionados a los que el sedentarismo conlleva.

Aunque no se conocen con total claridad los mecanismos precisos por los que el estar mucho tiempo sentado puede llevar a un mayor riesgo de presentar estos efectos adversos, se han planteado algunas hipótesis como: menor gasto metabólico basal y termogénesis cuando las personas están sentadas por largos periodos de tiempo, ya que aunque no parezca relevante el estar parado consume una cantidad de calorías casi 2 veces mayor que estando sentado, esto puede que a corto plazo no sea muy influyente pero cuando se tienen en cuenta las calorías que una persona no gasta estando sentado durante docenas de horas al mes, esto empieza a dificultar el control de peso, alteraciones en la activación de lipoproteína lipasa, la cual es la encargada de degradar los triglicéridos, se ha evidenciado que en las personas que permanecen sentadas durante largos periodos de tiempo no tienen una activación adecuada de esta hormona.
Aunque no se ha encontrado una explicación clara de porque el estar sentado durante mucho tiempo se asocia con un mayor riesgo de cáncer (endometrio, ovario y colón han sido los más reportados), se piensa que el aumento en los valores de insulina estimulan el crecimiento celular de forma irregular, lo que puede llevar a neoplasias. Otras hipótesis plantean que el estar en constante movimiento estimula la producción y liberación de anti oxidables naturales, que ayudan a la eliminación de células proliferativas.

Enfermedad venosa crónica
Una de las principales causas de la enfermedad es estar parado o sentado por mucho tiempo sin caminar, ya que se disminuye el retorno venoso y se aumenta la presión en las venas de las extremidades inferiores, acumulando la sangre. Los músculos en las piernas juegan un papel muy importante en la circulación, ya que al estar en movimiento actúan como bomba para mover la sangre de las piernas de vuelta al corazón, dado que esto no ocurre cuando se está en sedestación prolongada el riesgo de desarrollar este problema aumenta.

Las varices en extremidades inferiores tienen un origen multifactorial, sin embargo se relaciona las altas prevalencias de ésta patología a factores de tipo ocupacional como la bipedestación y la sedestación prolongada, por el efecto de la gravedad que favorecería a la hipertensión venosa en extremidades inferiores.

La enfermedad varicosa de extremidades inferiores es considerada como una de las más costosas en la sociedad, por el absentismo laboral debido al malestar que provoca, complicaciones como la úlcera varicosa y disminución de la calidad de vida. Estimándose que el 30% de la población mundial tiene esta patología, con predominio en el sexo femenino y reportándose prevalencias de 20 a 60% en países industrializados.

Los factores de riesgo que se han asociado a ésta enfermedad son la edad avanzada, historia familiar de várices, obesidad, multiparidad, consumo de anticonceptivos orales, ortostatismo prolongado, antecedente de trauma en extremidades inferiores y algunas enfermedades como la diabetes mellitus, hipertensión arterial, estreñimiento crónico, nefropatías, cardiopatías y flebitis. Otros factores asociados son el uso de algunas prendas de vestir que disminuyen el retorno venoso o incrementan la presión intraabdominal como las fajas, ligas, ligueros; y el calor ambiental o del puesto de trabajo, por la acción inhibidora de las terminaciones simpáticas venoconstrictoras de las venas superficiales por la temperatura elevada. 

Se han descrito que algunos factores ocupacionales pueden incrementar la prevalencia de várices, como las ocupaciones en las que permanecen por largos periodos en bipedestación (carpinteros, cocineros, amas de casa, enfermeras, etc.) y posición sentada (camioneros), que favorecen a la estasis venosa, incrementando la presión del sistema venoso profundo y superficial provocando dilatación y alteraciones estructurales de la pared de las venas. Es así que todo trabajador que permanece más de 5 horas de su jornada laboral sentado o de pie tiene mayor predisposición a presentar várices, siendo estas consideradas como profesiones de riesgo.

Por lo mencionado, algunos estudios muestran que la prevalencia de varices en enfermeras es 41%, en personal que prepara alimentos el 79%, profesores 37%, peluqueros y barberos 23%.

Existen pocos estudios en los que se demuestre la asociación de várices en extremidades inferiores y factores ocupacionales, mediante estudios analíticos, sin embargo existen estudios de tipo descriptivo en los que se muestra prevalencias elevadas de ésta patología en ciertos grupos ocupacionales, como el realizado por Mecky et al, que encontró que las mujeres que recolectan algodón y permanecían en bipedestación estática tenían alta prevalencia de várices 56,5% en Inglaterra y 7,9% en Egipto, en relación a los que permanecían sentados 18,2% en Inglaterra de y 3% en Egipto.
Espinola et al menciona que el 49% del personal de salud que presenta várices permanece de pie por más de 8 horas y el 51% permanece de pie menos de 8 horas; en cambio en los trabajadores sin várices el 18% permanece de pie más de 8 horas y el 82% permanece de pie menos de 8 horas.
Loli A, al estudiar el ambiente laboral y condiciones de salud de las enfermeras encontró que las enfermedades de tipo postural más reportadas son el lumbago en 42% y las várices en miembros inferiores en 40,9%.

Alteraciones metabólicas

Se han evidenciado datos con respecto a las alteraciones metabólicas que se producen como consecuencia de estar sentado por largos periodos de tiempo, por ejemplo se ha mostrado un incremento en los niveles de triglicéridos, disminución de los HDL y disminución en la respuesta a la insulina, todo esto hace que el metabolismo se vuelva más lento llevando a consecuencias como el aumento de peso, problemas en el sistema digestivo y problemas de mayor importancia, como aumento del riesgo cardiovascular y desarrollo de enfermedades metabólicas como diabetes mellitus o síndrome metabólico, todo esto asociado a un mayor índice de mortalidad a largo plazo

Enfermedades renales
Las personas que permanecen sentadas más de 8 horas al día tienen un riesgo muy elevado de desarrollar enfermedad renal crónica. Se determinó además una diferencia de riesgo según el sexo, ya que las mujeres que estaban sentadas menos de tres horas al día tenían 30% menos probabilidades de desarrollar enfermedad renal crónica, en comparación con las que pasaban más de 8 horas sentadas al día y por el contrario los hombres que estaban sentados menos de tres horas al día tenían un 15% menos probabilidades de desarrollar enfermedad renal crónica que los que estaban sentados más de ocho horas al día, concluyendo entonces que el tiempo que se permanece en sedestación afecta mucho más al sexo femenino respecto al masculino, otro de los hallazgos de este estudio fue que las personas que realizaban más actividad física y pasaban menos tiempo sentadas tenían una probabilidad 10% menor de desarrollar enfermedad renal crónica, independiente de los factores de riesgo.

Si se trata de explicar por qué estar sentado afecta tanto los riñones hasta el punto de que las personas lleguen a padecer esta patología, hay que entender que la sedestación prolongada es considerada como sedentarismo y que este a su vez puede llevar a obesidad e hipertensión, terminando en un daño renal, siendo aquí donde la salud del trabajador se ve en riesgo. Las personas con presión arterial normal, con una vida sedentaria, tienen una probabilidad de padecer de hipertensión entre un 20% y un 50%, los hipertensos disminuyen sus cifras de presión arterial cuando realizan ejercicios físicos. Por esto una actividad física aeróbica de corta duración durante las horas de trabajo favorece el mantenimiento o la disminución del peso corporal, y con esto la presión arterial, mejorando así la calidad y la expectativa de vida de las personas que la practican.

Alteraciones de la postura
Permanecer sentado por largos periodos de tiempo puede provocar también problemas y alteraciones en la postura. Se ha establecido que sentarse de una manera correcta es una forma de guardar y cuidar la integridad del cuerpo y la columna vertebral, pero aun así estar sentado por largos periodos de tiempo puede provocar severos dolores principalmente en la región lumbar

Efectos musculo esqueléticos
Las enfermedades musculo esqueléticas asociadas con las posiciones inadecuadas y a la sedestación prolongada son los motivos de consulta más comunes de enfermedad ocupacional.  A diferencia del síndrome del túnel de carpo, el lumbago presentó una tendencia al incremento, al pasar de 12% a 22% del año 2001 al 2003, pero disminuyó su incidencia en el año 2004. Estar en sedestación por largos periodos promueve la afectación del aparato locomotor. Para que los músculos, tendones y huesos mantengan su capacidad funcional normal, es necesario mantenerlos activos y evitar el reposo de estos por periodos prolongados. Cuando no se evita la inactividad prolongada, se produce una pérdida de la forma y la función, donde el músculo no puede estabilizar las articulaciones ni los ligamentos produciendo: dolor, limitación de los arcos de movimiento, inestabilidad de las articulaciones y esfuerzo excesivo. Las alteraciones músculo esqueléticas son muy dolorosas, comúnmente incapacitantes y generalmente tienen un comienzo gradual. Dentro de las manifestaciones más comunes están síndrome del túnel carpiano, tendinitis, ciática, hernias de disco, y el dolor de espalda baja, estas se producen cuando las capacidades físicas del trabajador no son compatibles a los requisitos físicos del trabajo.

Efectos psicológicos

Estar demasiado tiempo sentado no solo afecta la salud física como se había mencionado antes sino que también afecta la salud mental. Al igual que todo el cuerpo humano el cerebro necesita un adecuado flujo de sangre, oxigenación y metabolismo óptimo para que pueda funcionar de manera correcta. Se ha demostrado la gran incidencia que tiene permanecer sentado en enfermedades como depresión, insomnio y ansiedad, lo que ocasiona que estas personas no deseen levantarse en las mañanas para ir a trabajar, estudiar o realizar sus labores diarias; a diferencia de las personas que tienen una adecuada actividad física en quienes incluso si ya tienen depresión, el ejercicio podría aliviar sus síntomas o prevenir síntomas futuros. Estar sentados frente a un computador por largos periodos de tiempo afecta la comunicación que tienen las personas con los demás ya que en lugar de conectarse con el entorno, el individuo se concentra por mucho tiempo en una misma tarea dejando a un lado lo que lo rodea, quitando así la posibilidad de crear conexiones interpersonales. Estos trastornos psicológicos se han visto incluso en personas que solo pasan 5 horas trabajando, una jornada laboral o académica dura aproximadamente 8 horas por lo que el riesgo de padecerlas es mucho mayor. Además de estos trastornos las personas que día a día tienen que enfrentar una alta carga laboral pueden llegar a experimentar el síndrome de Burnout, este se refiere al estrés laboral crónico, que lleva a cansancio emocional, despersonalización y menor realización personal. Se caracteriza por un agotamiento progresivo tanto físico y mental, falta de motivación por las tareas que se realizan y principalmente cambios en el comportamiento o actitud de la persona. Este síndrome tiene múltiples manifestaciones a nivel emocional como por ejemplo: cambios en el estado de ánimo, donde la persona está más irritable y de mal humor, muestran indiferencia por lo que hacen y las personas que los rodean.

Desmotivación, estas personas pierden cualquier tipo de interés por trabajar, cumplir sus metas y objetivos. Agotamiento mental, haciendo que cada vez tengan menos resistencia a las situaciones de estrés o de mayor exigencia laboral y por último, falta de energía, menor rendimiento y deterioro cognitivo, causando disminución en la concentración, memoria y la capacidad para desarrollar diferentes actividades. Además de las manifestaciones a nivel emocional también hay manifestaciones físicas ya anteriormente mencionadas como alteraciones musculo esqueléticas y psicosomáticas como gastrointestinales, cefaleas, etc.

Manifestaciones El dolor lumbar es una de las causas más comunes de enfermedad ocupacional, es atribuido a la postura inadecuada al sentarse, por estar parado o sentado por periodos muy prolongados, por el levantamiento de objetos de manera incorrecta o por levantar objetos excesivamente pesados, por esto se recomienda adoptar una posición no tan “rígida” de manera que al sentarse se adquiera un ángulo de hasta 135 grados, para así ejercer menos presión sobre la espalda y prevenir estas molestias, además se recomienda mantener el mayor grado de actividad posible y evitar reposos prolongados en cama. Si se adquiere una mala postura y a esto se le suma un largo periodo de tiempo sentado además de presentarse dolores lumbares, se pueden presentar deformidades de la columna vertebral como cifosis. Al permanecer sentados, demasiado tiempo, se dejan sin uso o en reposo, músculos que son importantes, como los que ayudan a mantenerse de pie y a mantener la postura erguida, esto sucede debido a que los músculos se empiezan a atrofiar o debilitar por falta de uso, además cada vez las personas se vuelven más pesadas debido a que no hay un equilibrio entre el consumo y gasto calórico por lo que se llega también a una sobre exigencia ya que aumenta la carga que debe soportar el cuerpo. La falta de movimiento además genera una pérdida en la flexibilidad y comienza a haber rigidez en músculos del cuello, hombros y espalda que genera dolores molestos.

Se ha reportado que existen dos factores laborales directamente relacionados con la aparición del dolor de espalda, el primero es la intensificación (más acciones en periodos menores) y el segundo es la densificación (acciones más complejas y diversas en estructura y en competencias requeridas).

Prevención

Todos estos estudios demuestran no solo la importancia de hacer actividades físicas constantemente sino que son una invitación para crear una cultura donde en los lugares de trabajo se realicen pausas activas para los trabajadores y así evitar que en un futuro estos desarrollen enfermedades crónicas que van a afectar tanto su rendimiento en el trabajo como su calidad de vida. Esta epidemia de sedentarismo afecta a gran parte de la población mundial, ya que es indudable que gran parte de los trabajos de hoy en día y los hábitos personales del mundo occidental involucran que las personas estén una gran parte de su tiempo diario sentados, así sea en su tiempo libre de ocio (viendo tv u otras actividades que no impliquen gran gasto calórico) o en el trabajo (estar sentado en frente de un escritorio); es por esto que algunas personas han incluso dicho que el estar sentado durante muchas horas es el nuevo “tabaquismo” de nuestra generación, ya que esta actitud tan común entre nosotros y aparentemente inofensiva se asocia según algunos estudios con el 6,9% de las muertes a nivel mundial. Se ha acumulado evidencia sobre las consecuencias negativas de la salud de las personas que están expuestas a permanecer mucho tiempo sentadas durante su periodo laboral. Experimentos previos demuestran que hay un mayor deterioro metabólico, de la presión arterial y en la homeostasis de personas que no hacen pausas cortas de actividad física durante su trabajo diario.

La sedestación es la posición más cómoda para ejecutar trabajo, ya que requiere un mínimo esfuerzo, pero esta puede ser nociva para la salud si no se cuenta con un ambiente adecuado para realizarla: adecuada silla, mesa y espacio para cambiar de posición. Ante esta problemática se han comenzado a implementar medidas más ergonómicas, buscando que mientras la persona permanezca en sedestación, las repercusiones sobre su salud sean mínimas.

Recomendaciones:
1. Cambios físicos en el lugar de trabajo: Los escritorios que tienen la posibilidad de cambiar su altura para que el usuario tome diferentes posiciones desde estar sentado a estar totalmente parado, mostraron disminuir notablemente el tiempo en el día que se está expuesto a la sedestación. Esta metodología no influyó en el rendimiento laboral ni en los síntomas musculoesqueléticos, pero no se ha demostrado que solo la bipedestación disminuya el riesgo cardiovascular porque no hay una gran diferencia en el gasto de energía comparado con sedestación.
2. Caminar durante los tiempos de descanso: La introducción de una actividad como caminar durante el tiempo libre en el trabajo, como en el tiempo de almuerzo, no demostró ningún beneficio respecto a las horas en las que se está sentado en el trabajo, pero si hubo una pequeña diferencia frente al riesgo cardiovascular.
3. Información y asesoramiento: El asesoramiento oral mostró solo poca mejoría respecto a las horas del día en que se está sentado en el trabajo, mientas que la forma virtual no reportó ningún cambio sobre esto.
4. Forma correcta de sentado: La postura correcta es 90-90-90 - el ángulo de la espalda debe ser de 90 grados, el ángulo del muslo de la pierna debe ser de 90 grados, y el ángulo de la pierna - pie debe ser de 90 grados. Los requisitos adecuados del ambiente de trabajo son: *La altura del asiento de la silla debe ser regulable (adaptable a las distintas tipologías físicas de las personas). La ideal es la que permite que la persona se siente con los pies planos sobre el suelo y los muslos en posición horizontal con respecto al cuerpo o formando un ángulo entre 90 y 110 grados. La altura correcta del asiento es muy importante, ya que si ésta es excesiva se produce una compresión en la cara inferior de los muslos. Si el asiento es demasiado bajo, el área de contacto se reduce exclusivamente al glúteo (las piernas quedan dobladas hacia arriba cerrando el ángulo formado por los muslos y el cuerpo) provocando compresión vascular y nerviosa. *El respaldo de la silla también debe ser regulable en altura y ángulo de inclinación. La función del respaldo es facilitar soporte a la región lumbar de la espalda, por lo que debe disponer de un almohadillado que ayude a mantener la curvatura de la columna vertebral en esta zona. El respaldo conviene que llegue, como mínimo, hasta la parte media de la espalda, debajo de los omoplatos y no debe ser demasiado ancho en su parte superior para no restar movilidad a los brazos (42). Los reposa brazos son recomendables para dar apoyo y descanso a los hombros y a los brazos, aunque su función principal es facilitar los cambios de posturas y las acciones de sentarse y levantarse de la silla. *El asiento de la silla debe tener una superficie casi plana y el borde delantero redondeado para evitar la compresión en la parte inferior de los muslos. El uso de reposapiés permite el ajuste correcto de silla-mesa cuando la altura de la mesa no es regulable. Se recomienda que tenga una profundidad de 33 cm y una anchura de 45 cm.

Beneficios de la interrupción de la sedestación prolongada

Cuando se interrumpe la sedestación prolongada con periodos cortos de actividad física de intensidad leve o con la simple bipedestación se encontró que trae beneficios desde varios puntos de vista sobre diferentes riesgos, entre ellos:
·         Sobre la fatiga: Durante el periodo activo que realizan las personas en sus trabajos, los niveles de fatiga son menores respecto a las personas que no realizan estas pausas activas. La frecuencia cardiaca es más alta durante la fase activa respecto a la fase continua de sedestación, lo que disminuye de manera notoria el riesgo cardiovascular. En la fase sedentaria de los trabajadores se evidenció una disminución plasmática de Dihidroxifenilamina DOPA y un aumento de Dihidroxifenilglicol DHPA en plasma. En conclusión la interrupción de periodos prolongados de sedestación con fases activos, es efectivo contra la fatiga aguda.
·         Sobre la glicemia postprandial: La hiperglicemia postprandial es un riesgo cardiovascular para personas con Diabetes Mellitus tipo 2 así como para personas normoglicémicas. Disminuyendo la hiperglicemia postprandial mejora la inflamación y la actividad endotelial para terminar en la reducción del riesgo cardiovascular. Se ha demostrado que la glicemia es menor en condiciones de actividad física durante las horas de trabajo, comparado con la condición de estar sentado por mucho más tiempo sin periodos de descanso o con períodos cortos de bipedestación. No hubo diferencia frente a la sedestación prolonga y la interrupción de la misma solo con periodos cortos de bipedestación, se debe realizar una actividad física de intensidad leve como mínimo para impactar en los niveles séricos de glucosa y en la salud cardiovascular, esto se debe al aumento del requerimiento energético mientras se cambia de posición y se realiza la actividad física, dando como resultado disminución en el sustrato energético (glucosa) y mejoramiento en el nivel metabólico. En un estudio se vio una disminución aproximadamente del 16% de la glucosa postprandial en personas que interrumpían su trabajo durante dos minutos con actividad física de intensidad leve.
·         Sobre la función endotelial: El estar sentado mucho tiempo induce la disfunción endotelial y cambios en las fuerzas de cizallamiento, impactar sobre el tiempo que se está sentado con periodos cortos de actividad previene este daño. Se demostró que rompiendo ese periodo de sedestación prolongada impactaba en la actividad aterosclerótica.
·         Sobre el apetito y las hormonas intestinales: La interrupción de la sedestación prolongada no afecta el apetito ni la respuesta de las hormonas intestinales a la ingesta en un periodo de 5 horas, sin embargo durante los recesos activos se consume cierta cantidad de energía que posiblemente no será reemplazada después, contribuyendo así a la disminución en el peso.

Conclusiones

A partir de todos los artículos y publicaciones revisados y del material disponible en la actualidad, es evidente el daño asociado con los largos periodos de sedestación, al que ya la mayoría de las personas estamos expuestos, ya que nuestra vida diaria gira alrededor de actividades que demandan estar sentado mucho tiempo. Una de las necesidades más relevantes al revisar la bibliografía disponible sobre el tema es que hay grandes vacíos de conocimientos sobre el verdadero efecto del estar sentado durante periodos prolongados y como esto influye a nivel celular y la fisiopatología exacta de estos cambios, sin embargo se cuentan con algunas hipótesis basadas en conocimiento científico. Es importante resaltar que los efectos adversos asociados con estar sentado durante mucho tiempo no son del todo compensados o inhibidos por hábitos saludables como hacer ejercicio, lo que nos lleva a la paradoja de que hay personas sedentarias que pueden ser más saludables que aquellas que hacen ejercicio, esto en el caso de que las primeras evitaran permanecer periodos largos de tiempo en sedestación, así que nuestra salud debe ser vista de una manera holística , sabiendo que no se trata solo de hacer actividad física sino de adquirir hábitos de vida saludables en general. Los efectos adversos son amplios y algunos tienen impactos verdaderamente importantes en la morbimortalidad de las personas, desde deformidades en la columna, alteraciones metabólicas, hasta incluso mayor riesgo de cáncer de ovario, seno y colón. Cabe resaltar que la incidencia de estos efectos adversos se da en la población general, ya que es de esperar que si es un hábito que hace parte de la rutina de las personas a nivel global, las cifras de eventos adversos atribuibles a este efecto deben ser colosales, sin embargo, autores afirman que el sedentarismo en la forma de estar sentado durante periodos prolongados puede significar hasta un 6,9% de muertes tempranas a nivel mundial, lo cual no es para nada una cifra insignificante. A pesar de este riesgo emergente, es fácil hacer y tomar parte de las intervenciones y actividades disponibles para disminuir nuestro tiempo de sedentarismo, algunas de estas prácticas ya hacen parte de los programas de salud ocupacional de las compañías, el punto sobre el cual debe hacerse más fuerza, es la difusión masiva hacia la población general, de una cultura ergonómica y con más hábitos saludables.

Bibliografía



domingo, 14 de julio de 2019

EFECTOS DE LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA


Efectos de la contaminación atmosférica


La contaminación atmosférica se define como la presencia en la atmósfera de elementos contaminantes que alteran su composición y que afectan a cualquier componente del ecosistema. Desde un punto de vista antropocéntrico la contaminación atmosférica se refiere a los contaminantes que afectan la salud o el bienestar humanoSegún su origen los contaminantes se clasifican en antropogénicos, derivados de la actividad humana, o naturales, resultantes de procesos de la naturaleza, por ejemplo erupciones volcánicas o polen en suspensión.

Según su estado físico, la componen gases como los óxidos de azufre (SOx), de nitrógeno (NOx), el monóxido de carbono (CO), los hidrocarburos y el ozono (O3) o partículas como polvo y aerosoles. Se consideran primarios cuando están presentes tal como fueron emitidos y secundarios, cuando se forman a partir de los primarios por una reacción química como es el caso del ozono (O3) y de los ácidos sulfúrico (H2SO4) y nítrico (HNO3).
Según su tamaño, las partículas se depositan cerca o a cierta distancia de la fuente de emisión. Si son muy pequeñas pueden mantenerse suspendidas y ser transportadas a grandes distancias. Dentro de las partículas suspendidas se denomina "respirables" a las de un diámetro menor o igual a 10 µm (PM10) por su capacidad de penetrar el tracto respiratorio inferior (bronquios, bronquiolos y alveolos) sin ser retenidas en el tracto respiratorio superior (nasofaringe y tráquea)

En la medida que las partículas son más pequeñas  mayor es su capacidad de penetración en el árbol respiratorio. Las partículas muy pequeñas cuyo diámetro aerodinámico es ≤ 2,5 µm alcanzan fácilmente los bronquíolos terminales y los alvéolos, desde donde pueden ser fagocitadas por los macrófagos alveolares y atravesar la barrera alvéolo-capilar para ser transportadas hacia otros órganos por la circulación sanguínea.
Más recientemente se han descrito las partículas "ultrafinas" cuyo diámetro es aún menor (≤ 0,1 µm) y pueden pasar directamente desde los alvéolos al torrente circulatorio. Las partículas pueden contener compuestos orgánicos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos e/o inorgánicos como sales y metales.

En la siguiente tabla se puede observar los diferentes tipos de contaminantes y sus efectos sobre la salud o el ambiente


Efectos sobre la salud

La contaminación atmosférica afecta directamente a la salud de todos los seres vivos que habitamos en la tierra y de manera indirecta tiene efectos sobre nuestro planeta provocando fenómenos como el cambio climático, la lluvia ácida y la destrucción de la capa de ozono.  

Los efectos de los contaminantes sobre la salud se han estudiado a través de diversos modelos experimentales (exposición a contaminantes de células, tejidos, animales y voluntarios) y epidemiológicos (episodios de contaminación, comparación de poblaciones expuestas versus no expuestas, sanos versus enfermos y meta-análisis). Considerados separadamente, cada uno de estos tipos de estudios tiene fortalezas y debilidades. Por lo tanto, es el conjunto de resultados obtenidos aplicando estos diferentes diseños en el estudio de los contaminantes, lo que les confiere mayor valor a los efectos encontrados.

Efectos de los contaminantes sobre el sistema respiratorio

Los principales contaminantes de la atmósfera se han asociado a efectos específicos sobre el sistema respiratorio. Sin embargo, las personas están habitualmente expuestas a una mezcla de ellos, lo que puede potenciar los efectos atribuidos a cada uno. Es así como se ha descrito potenciación de efectos entre PM10 y SOx y entre SOx y O3 y más recientemente entre PM10 y ozono. 

En la siguiente tabla se puede observar los efectos a corto y a largo plazo de los diversos contaminantes en la atmósfera.



Los contaminantes atmosféricos también contribuyen en la disminución de la función pulmonar y al aumento de la reactividad bronquial, disminuir la tolerancia al ejercicio y a aumentar el riesgo de bronquitis obstructiva crónica, enfisema pulmonar, exacerbación del asma bronquial y cáncer pulmonar, entre otros efectos.
Hay resultados publicados en revistas internacionales donde se ha establecido que por cada 50 µg/m3 de elevación de los niveles de PM10 en 24 h se produce en promedio un aumento de alrededor del 3% de la mortalidad general. También estos estudios han detectado que el aumento de PM10 se asocia a aumento de la mortalidad respiratoria y cardiovascular.

Efectos de los contaminantes sobre otros órganos y sistemas.

Estos efectos son múltiples y pueden afectar a los diferentes órganos y sistemas con diversos grados de intensidad. En las últimas décadas se ha puesto énfasis en los efectos cardiovasculares. La morbimortalidad por enfermedades cardiovasculares aumenta con la contaminación atmosférica especialmente de PM10 y CO, especialmente por arterioesclerosis, arritmias e insuficiencia coronaria en adultos. 
Otro hecho relevante es la presencia de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), como componentes del material particulado. Estos compuestos se generan por la combustión incompleta de material orgánico (petróleo, gasolina, leña, carbón y biomasa en general). En la fracción orgánica del material particulado de ciudades con altos niveles de contaminación atmosférica se han identificado numerosas especies de HAPs; seis de ellos han sido catalogados como cancerígenos por la International Agency of Research on Cancer, siendo el benzo α-pireno el HAP más cancerígeno presente en el humo del cigarrillo y en el smog de ciudades con alta contaminación. Estos HAPs pueden reaccionar con NO2 generando nitroarenos que tienen gran actividad mutagénica.

Un estudio prospectivo de mortalidad sobre un total de 1,2 millones de estadounidenses seguidos durante 16 años (1982-98) comunicó que un aumento de PM2,5 en 10 μg/ m3 se asoció a aumento en el riesgo de mortalidad por cáncer pulmonar de aproximadamente 8%, de 4% de mortalidad global y de 6% de mortalidad cardiopulmonar.

En la siguiente tabla se puede observar el efecto de los contaminantes atmos féricos sobre otros órganos


 En resumen, la evidencia acumulada hasta ahora indica que los contaminantes atmosféricos son responsables de contribuir al aumento de la mortalidad general, de la mortalidad infantil, de la mortalidad de mayores de 65 años y de las hospitalizaciones por enfermedades respiratorias y cardíacas. Todos ellos son efectos indeseables para la salud de la población expuesta, de allí la importancia de lograr controlarla y eventualmente abatirla.

Efectos sobre la biósfera

Es en el medio natural donde se vieron los primeros indicios de los efectos dañinos de la contaminación atmosférica, las plantas y la vegetación actúan como indicador en este sentido. De los contaminantes perjudiciales para la fauna y flora tenemos:

·         Dióxido de azufre SO2
·         Ozono O3
·         Fluoruros (F)
·         Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP)
·         Cloruro de hidrógeno (HCL)
·         Cloro (CL2)
·         Óxidos de nitrógeno (NOX)

Efectos sobre los materiales

Los contaminantes pueden afectar a los materiales por deposición de partículas o abrasión y también mediante reacciones químicas entre el contaminante y el material.

Principales efectos de la contaminación atmosférica en función del alcance y del tiempo.

Smog:
Se conoce como smog a la contaminación de tipo niebla que se produce en algunas ciudades al darse la combinación de determinados factores, depende de las condiciones del clima y de determinados contaminantes.
Algunos de estos son:
·         Smog industrial
·         Smog fotoquímico
Este fenómeno (SMOG) sucede cuando la mezcla de óxidos de nitrógeno e hidrocarburos volátiles emitida por los automóviles y las industrias y el oxígeno atmosférico reaccionan con la radiación solar y forman el ozono.

Inversiones Térmicas.

Cuando se da la inversión térmica la capa de aire de mayor temperatura se sitúa sobre la capa de aire más fría impide su ascenso (ya que es más denso) y la concentración de contaminantes aumenta bajo esta capa.

Deposición Ácida.

Es un efecto de carácter regional. Resulta de la transformación de contaminantes atmosféricos como el dióxido de azufre (SO2) y los óxidos de nitrógeno (NOx) en contaminantes secundarios como el ácido sulfúrico (H2SO4), el nitrato de amonio (NH4NO3) y el ácido nítrico (HNO3). Por lo tanto, la contaminación atmosférica originada por los SOx y NOx afecta al agua, al suelo y a los ecosistemas.

Principales Efectos de la Contaminación Atmosférica: El Cambio Climático.

Los estudios más recientes indican que en los últimos años se está produciendo un aumento de la temperatura media de la Tierra de algunas décimas de grado. Pero es difícil decir de forma segura si este aumento es debido al aumento del efecto invernadero, debido a esa complejidad de los factores que afectan al clima o si es debida a causas naturales, es decir, si se trata de una variabilidad natural.
Lo que sí es significativo es que los diversos y complejos modelos empleados en el estudio de estas variables y estos cambios en el clima predicen una relación directa entre el aumento de temperatura del planeta y el aumento de estos gases.

Principales Efectos de la Contaminación Atmosférica: La Destrucción de la Capa de Ozono.

La emisión de determinadas sustancias a la atmosfera origina la disminución o destrucción de la capa de ozono. El ozono estratosférico tiene una importancia vital sobre los seres vivos, es indispensable para la vida en el planeta. Interviene en la absorción de radiación ultravioleta (UV). Hay tres tipos de radiación UV en función de su longitud de onda.
El ozono troposférico, en cambio, es dañino debido a su acción contaminante, ya que contribuye a potenciar el efecto invernadero. Los procesos de formación y destrucción de la capa de ozono se denominan ozonogénesis y ozonólisis

Efecto Invernadero.

El efecto invernadero se produce por el efecto de las radiaciones ultravioletas que llegan a la superficie del planeta, estas radiaciones son reemitidas a la atmosfera en forma de radiación infrarroja el vapor de agua y el CO2 existente en la atmosfera devuelven la radiación hacia la superficie en forma de calor provocando el calentamiento de la atmosfera.

Las consecuencias para el planeta serán las siguientes:

1.   Aumento de la temperatura media del planeta
2.  Incremento de las diferencias entre distintas zonas del planeta, aumentos de sequías en unas zonas e inundaciones en otras
3. Deshielo de los casquetes polares, produciendo subida de los niveles oceánicos
4.  Menor frecuencia de lluvias, pero estas serán de mayor intensidad, torrenciales
5.  Formación de mayor número de huracanes
6.  Aumento de olas de calor


Bibliografía



sábado, 13 de julio de 2019

Movimientos repetitivos. Prevención de lesiones musculoesqueléticas


Movimientos repetitivos. Prevención de lesiones musculoesqueléticas


Se entiende por  movimientos repetitivos  a un grupo de movimientos continuos mantenidos durante un trabajo que implica la acción conjunta de los músculos, los huesos, las articulaciones y los nervios de una parte del cuerpo y provoca en esta misma zona fatiga muscular, sobrecarga, dolor y, por último, lesión.

Es habitual que muchas personas ignoren la relación que existe entre las molestias que sufren y los esfuerzos repetidos que realizan reiteradamente durante un trabajo. Sin embargo, hay una clara asociación entre ciertos problemas musculoesqueléticos y las actividades que implican posturas forzadas, trabajo repetitivo y ritmo excesivo, manejo de cargas pesadas, uso de herramientas, etc. Estas formas de trabajo se reproducen en sectores laborales dispares: calzado, automóvil, alimentación, madera o servicios y en tareas específicas como las de teclear, pulir, limpiar, lijar, atornillar, montajes mecánicos e industriales, etc. Los problemas musculoesqueléticos que originan los movimientos repetidos afectan con más frecuencia a los miembros superiores, por lo que a continuación se tratarán las medidas preventivas específicas que se refieren a ellos. Las patologías más habituales son: el síndrome del túnel carpiano (compresión del nervio mediano en la muñeca que provoca dolor, hormigueo y adormecimiento de parte de la mano), la tendinitis y la tenosinovitis (inflamación de un tendón o de la vaina que lo recubre, que origina dolor y puede llegar a impedir el movimiento). Los factores de riesgo que hay que considerar en los movimientos repetidos son: el mantenimiento de posturas forzadas de muñeca o de hombros; la aplicación de una fuerza manual excesiva; ciclos de trabajo muy repetidos que dan lugar a movimientos rápidos de pequeños grupos musculares y tiempos de descanso insuficientes

En la siguiente figura se puede observar algunos aspectos del síndrome del túnel carpiano



Medidas preventivas

1. Tener en cuenta el diseño ergonómico del puesto de trabajo. Adaptar el mobiliario (mesa, sillas, tableros de montaje, etc.) y la distancia de alcance de los materiales (piezas, herramientas, objetos) a las características personales de cada individuo (estatura, edad, etc.), favoreciendo que se realice el trabajo con comodidad y sin necesidad de realizar sobresfuerzos.

2. Realizar las tareas evitando las posturas incómodas del cuerpo y de la mano y procurar mantener, en lo posible, la mano alineada con el antebrazo, la espalda recta y los hombros en posición de reposo.

3. Evitar los esfuerzos prolongados y la aplicación de una fuerza manual excesiva, sobre todo en movimientos de presa, flexo-extensión y rotación.

4. Utilizar herramientas manuales de diseño ergonómico que cuando se sujeten permitan que la muñeca permanezca recta con el antebrazo. Al manejar herramientas que requieran un esfuerzo manual continuo, como por ejemplo los alicates, es mejor distribuir la fuerza prefiriendo la actuación de varios dedos a uno solo y también favorecer el uso alternativo de las manos.

 5. Reducir la fuerza que se emplea en ciertas tareas (carpinterías, industrias cárnicas, textil, etc.), manteniendo afilados los útiles cortantes y aguantando los objetos con ganchos o abrazaderas.

 6. Emplear las herramientas adecuadas para cada tipo de trabajo y conservarlas en buenas condiciones y sin desperfectos, de modo que no tenga que emplearse un esfuerzo adicional o una mala postura para compensar el deficiente servicio de la herramienta.

7. Utilizar guantes de protección que se ajusten bien a las manos y que no disminuyan la sensibilidad de las mismas puesto que, de lo contrario, se tiende a aplicar una fuerza por encima de lo necesario.

8. Evitar las tareas repetitivas programando ciclos de trabajo superiores a 30 segundos. Se entenderá por ciclo “la sucesión de operaciones necesarias para ejecutar una tarea u obtener una unidad de producción”. Igualmente, hay que evitar que se repita el mismo movimiento durante más del 50 por ciento de la duración del ciclo de trabajo.


9. Efectuar reconocimientos médicos periódicos que faciliten la detección de posibles lesiones musculoesqueléticas y también ayuden a controlar factores extra laborales que puedan influir en ellas.

10. Establecer pausas periódicas que permitan recuperar las tensiones y descansar. Favorecer la alternancia o el cambio de tareas para conseguir que se utilicen diferentes grupos musculares y, al mismo tiempo, se disminuya la monotonía en el trabajo.

11. Informar a los trabajadores sobre los riesgos laborales que originan los movimientos repetidos y establecer programas de formación periódicos que permitan trabajar con mayor seguridad.




miércoles, 10 de julio de 2019

Estrés y confort térmico


Estrés y confort térmico
El cuerpo humano es una máquina térmica. Debe mantener una temperatura de 37ºC para que el metabolismo sea estable y no dependa de los cambios de temperatura del exterior. Para ello realiza una combustión de los materiales orgánicos que se consumen utilizando el oxígeno del aire. En la siguiente figura podemos observar la analogía entre la oxidación química y la oxidación biológica. 


En la oxidación química (combustión) los materiales orgánicos se oxidan por medio del oxígeno para producir dióxido de carbono, agua y energía en forma de calor. En el caso de la oxidación biológica (respiración) ocurre la misma reacción con la diferencia que una parte de la energía se almacena en forma de moléculas de alta energía (ATP) y otra parte se disipa en forma de calor. Por lo tanto la producción de calor está asociada al metabolismo, es decir al tipo de trabajo realizado.
Por otra parte el cuerpo intercambia calor con el medio a través de diferentes mecanismos. En la siguiente figura se puede observar los mecanismos de convección (a través de un fluido), radiación, conducción (contacto directo con el medio) y evaporación.

El confort térmico se define como la condición en la que el usuario siente satisfacción respecto al ambiente térmico en el que se encuentra.
El cuerpo funciona como un sistema de flujos de energía térmica. Se considera un estado de confort térmico cuando los flujos de ganancia y pérdida de calor son iguales. En la siguiente figura se ilustra este planteamiento. Cuando el flujo de ganancia térmica supera el flujo de pérdida o viceversa se tiene una condición de disconfort térmico por calor o por frío. Cuando este desbalance es pronunciado se tiene la condición de estrés térmico por calor o por frío. En los casos más extremos tenemos el golpe de calor o la hipotermia.    

La forma en que las personas  responden al ambiente térmico depende de la temperatura del aire, de las temperaturas de los cerramientos del local, de la velocidad del aire y de su humedad, además de depender del vestido y de la actividad que desarrollan.
Si se le permite, el usuario se adapta para sentirse confortable en un ambiente determinado, por ello es importante permitirle el control de su ambiente térmico. Los usuarios además desean unas condiciones estables en el edificio que habitan frecuentemente, por ello deben evitarse las fuertes oscilaciones de las condiciones interiores a lo largo del día o entre días sucesivos.
Muchos tenemos la idea intuitiva de que nuestro confort térmico depende fundamentalmente de la temperatura del aire que nos rodea, y nada más lejos de la realidad.
Podemos decir que nuestro cuerpo se encuentra en una situación de confort térmico cuando el ritmo al que generamos calor es el mismo que el ritmo al que lo perdemos para nuestra temperatura corporal normal. Esto implica que, en un balance global, tenemos que perder calor permanentemente para encontrarnos bien, pero a una tasa adecuada.

En ese sentido influyen varios factores:

Factores que influyen en el ritmo de generación de calor

Actividad física y mental. Nuestro cuerpo debe generar calor para mantener nuestra temperatura corporal, pero también es un "subproducto" de nuestra actividad física y mental. Para una situación de reposo, el cuerpo consume unas 70 Kcal / hora, frente a una situación de trabajo, donde se pueden consumir hasta 700 Kcal / h para un ejercicio físico intenso.

Metabolismo. Las personas tienen metabolismos particulares que definen sus propias tasas de disipación de calor.
Factores que influyen en la tasa de pérdida de calor

Aislamiento natural del individuo. El tejido adiposo y el vello, son permiten el aislamiento térmico y reducen las pérdidas de calor.

Ropa de abrigo. La ropa de abrigo mantiene una capa de aire entre la superficie de nuestro cuerpo y el tejido que nos aísla térmicamente. Aunque la ropa de abrigo provoca una sensación de calentamiento del organismo, en realidad lo único que hacen es reducir las pérdidas de calor pues, evidentemente, no consumen energía ninguna y, por tanto, no producen calor. Como no consumen, es el mecanismo más barato energéticamente hablando para regular la temperatura del cuerpo.

Temperatura del aire. Es el valor que se asocia a confort térmico, sin embargo no es el único parámetro determinante en el confort térmico.

Temperatura de radiación. Está relacionada con el calor que recibimos por radiación. Podemos estar confortables con una temperatura del aire muy baja si la temperatura de radiación es alta; por ejemplo, un día moderadamente frío de invierno, en el campo, puede ser agradable si estamos recibiendo el calor del sol de mediodía; o puede ser agradable una casa en la cual la temperatura del aire no es muy alta (15ºC), pero las paredes están calientes (22ºC). Esto es importante, porque suele ocurrir en las casas bioclimáticas, en donde la temperatura del aire suele ser menor que la temperatura de las paredes, suelos y techos, que pueden haber sido calentadas por el sol.

Movimiento del aire. El viento aumenta las pérdidas de calor del organismo, por dos causas: por infiltración, al internarse el aire en las ropas de abrigo y dispersar la capa de aire que nos aísla y por aumentar la evaporación del sudor, que es un mecanismo para eliminar calor.

Humedad del aire. La humedad incide en la capacidad de transpiración que tiene el organismo, mecanismo por el cual se elimina el calor. A mayor humedad, menor transpiración. Por eso es más llevadero un calor seco que un calor húmedo. Un valor cuantitativo importante es la humedad relativa, que es el porcentaje de humedad que tiene el aire respecto al máximo que admitiría.
La humedad relativa cambia con la temperatura por la sencilla razón de que la máxima humedad que admite el aire cambia con ella.
Para llegar a la sensación de confort, el balance global de pérdidas y ganancias de calor debe ser cero, conservando de esta forma nuestra temperatura normal, es decir cuando se alcanza el equilibrio térmico.
A continuación exponemos algunos intervalos de valor de los parámetros de confort externos que interactúan entre sí para la consecución del confort térmico.
  • Temperatura del aire ambiente: entre 18 y 26 ºC
  • Temperatura radiante media entre 18 y 26 ºC
  • Velocidad del aire: entre 0 y 2 m/s
  • Humedad relativa: entre el 40 y 65 %