El cambio climático es uno
de los problemas más apremiantes y complejos de nuestros tiempos. Para
preservar el ecosistema de nuestro planeta, en los próximos diez años debemos
reducir radicalmente las emisiones netas de dióxido de carbono y, al mismo
tiempo, seguir sustentando una población en crecimiento.
En el último
informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático queda claro que para alcanzar esos objetivos
será necesario combinar la reducción de las emisiones con la búsqueda de
sistemas para eliminar el dióxido de carbono presente en la atmósfera. Por
consiguiente, la captura y el almacenamiento de carbono constituyen una parte
esencial de la estrategia de todo país orientada a lograr una huella de carbono
cero.
Gran parte de la
tecnología para la captura y el almacenamiento de carbono existe desde hace
decenios. Un ejemplo es la captura directa de aire, pero el problema siempre ha
sido encontrar una solución que pueda aplicarse a gran escala.
Climeworks ha desarrollado
plantas que aplican esa tecnología a gran escala gracias a un sistema modular
de colectores de CO2. Esos colectores, cada uno del tamaño de un automóvil
pequeño, pueden apilarse en distintas configuraciones para crear una planta de
tamaño variable capaz de extraer el CO2 del aire ambiente.
Para eliminar el CO2, unos ventiladores aspiran el aire hacia la planta, donde un material filtrante de gran selectividad retiene el CO2 junto con la humedad del aire. Una vez que el filtro se satura de CO2, se calienta a unos 100 °C, con lo que se rompe la unión entre el filtro y el CO2, el cual es liberado y recogido en forma de gas CO2 concentrado.
El aire exento de CO2 se libera de nuevo a la atmósfera, y este ciclo continuo puede empezar de nuevo. El filtro se reutiliza muchas veces y dura varios miles de ciclos. Posteriormente, ese CO2 puede venderse para elaborar bebidas gaseosas, combustibles neutros en carbono o fertilizantes. También puede almacenarse bajo tierra, inyectando una mezcla de CO2 y agua en determinadas formaciones rocosas, en las que el CO2 se petrifica, gracias a una reacción química, mediante el procedimiento CarbFix.
Para
ese procedimiento solo se necesita una fuente de energía renovable y, en caso
de que no se opte por la venta del CO2, un emplazamiento geológico adecuado para
almacenarlo.
Material tomado de:
https://www.wipo.int/ip-outreach/es/ipday/2020/case-studies/climeworks.html
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